Redacción Negocios Now
La inflación persistente y las tasas de interés más altas por más tiempo son riesgos clave para la estabilidad financiera, así como problemas geopolíticos, como las elecciones presidenciales en el país, asegura una reciente encuesta de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
En su encuesta semestral a 25 participantes del mercado, académicos y otros contactos, la Fed distinguió “una fuente potencialmente significativa de turbulencias”. El sondeo mostró varias áreas de incertidumbre, incluida la política comercial y otras cuestiones de política exterior.
Estas preocupaciones están relacionadas con la escalada de tensiones geopolíticas. También destacó la incertidumbre política asociada con las elecciones estadounidenses de noviembre, cuando el actual presidente demócrata, Joe Biden, se enfrente al exmandatario republicano Donald Trump.
Los resultados de la encuesta se incluyeron como parte del último Informe de Estabilidad Financiera de la Reserva Federal, que analiza cuestiones como el apalancamiento y la toma de riesgos en toda la economía para tratar de identificar posibles puntos problemáticos.
Un análisis de los especialistas de la agencia Reuters destaca que el último informe, al igual que los que lo precedieron, muestra poca evidencia de riesgos generalizados para el sistema financiero, a pesar de que los costos de endeudamiento están en sus niveles más altos en un cuarto de siglo.
“Esa impresión general de resiliencia también sugiere problemas potenciales para los funcionarios de la Fed, que sienten que la economía necesita desacelerarse para que la inflación regrese de manera sostenible al objetivo del 2 % del banco central”, dice.
La fortaleza de los balances de los hogares y las empresas, la estabilidad de los bancos y la ausencia de burbujas inminentes u otras amenazas sugieren que una desaceleración no se producirá a través de canales financieros o crediticios, que típicamente han sido una parte importante de la elaboración de la política monetaria, agrega.
La encuesta de la Fed fue realizada en marzo, cuando los funcionarios de la Reserva Federal comenzaron a tener dudas sobre una caída continua de la inflación y señalaron que los recortes de tasas podrían no ocurrir tan rápido como se esperaba.