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Asientos reclinables podrían desaparecer de la clase turista

Las aerolíneas buscan asientos más ligeros para abaratar costes, tendencia motivada por la misma razón del alza en los precios de los vuelos.
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Redacción Negocios Now

Los asientos reclinables de la clase turista, causantes de ciertas disputas entre pasajeros de avión, podrían desaparecer de algunas aerolíneas, de acuerdo con un reporte de la revista de viajes Condé Nast Traveler.

William McGee, experto en aviación y parte del American Economic Liberties Project, dijo a esa publicación que las aerolíneas cada vez buscan asientos más ligeros para abaratar costes, una tendencia motivada por las mismas condiciones que hacen que aumenten los precios de los vuelos.

Según McGee, «esta tendencia lleva viéndose unos años, y creo que continuará. Debido a los altos costes del combustible, siempre hay intentos de reducir el peso de los aviones, y los asientos más ligeros son una forma de conseguir esto».

Este especialista señaló que «los asientos reclinables también requieren más mantenimiento, y eso supone un coste añadido más». Ciertas líneas aéreas, como Spirit y Allegiant, vienen usando asiento pre-reclinables desde hace años.

De acuerdo con la misma revista, «esa tendencia pasó a las compañías aéreas en general, en 2018, cuando British Airways añadió esos modelos de asiento a las cabinas de clase turista de sus Airbus A320neo. Más o menos al mismo tiempo, otras grandes empresas estadounidenses, como Delta, United, American o Southwest, empezaron a cambiar sus asientos reclinables, limitando su movilidad a poco más de cinco centímetros, cuando el estándar solía ser de más de 10».

En opinión de McGee, «es innegable que las aerolíneas estadounidenses llevan varios años reduciendo la calidad de sus productos en clase turista, de forma gradual pero permanente. No hay más que fijarse: al principios de la década del 2000, un billete en clase turista iba asociado a un asiento mucho más cómodo, ancho, reclinable y con varios centímetros más de espacio para las piernas». Hoy en día, añadió, «los consumidores han perdido mucho más que los asientos reclinables en clase turista».

Philip Baum, profesor de seguridad aérea en la universidad de Coventry, reconoció, por su parte, que dichos asientos «son potenciales causantes de disputas entre pasajeros por varios motivos». Baum explicó que, entre esos motivos, «están las ocasiones en las que un pasajero dormido recibe un golpe en el respaldo, o en las que alguien se queja cuando la persona de delante reclina su asiento».