Por: Migdalis Pérez
Hace dos años, en agosto de 2021, Ana María Montoya inició su viaje empresarial con una visión clara: llevar la educación financiera a la comunidad latina y a los inmigrantes de Estados Unidos mediante su empresa de asesoría en finanzas.
Autodefinida como coach financiera, Montoya, de origen colombiano, dijo a Negocios Now que su inclinación por este campo no surgió de la nada. Después de años como psicóloga profesional, descubrió que comprender los conceptos financieros básicos fue un factor esencial en la transformación de su propia vida.
Consecuentemente, la idea de hacer accesible la educación en este campo se convirtió en la semilla de su emprendimiento. Para ella, ser empresaria va más allá de los números y las transacciones, porque su pasión radica en abrir espacios de crecimiento e impulsar la superación personal y profesional en otras personas.
«Me enamoré de la idea de llevar la educación financiera de manera sencilla, fácil de comprender y, principalmente, de aplicar, a la comunidad latina; a ese 95 % de la gente de clase media, que vive o ha inmigrado a Estados Unidos, partiendo de la premisa de que todos podemos crear un mejor futuro financiero y de que las herramientas para ello están disponibles para todos», puntualizó.
Básicamente, su meta es hacer algo positivo por la humanidad, ayudando a otros a alcanzar sus metas mientras ella persigue las suyas. Con ojos puestos en el futuro, Montoya sueña con convertir su empresa en una agencia con más de 111,000 agentes licenciados.
Su enfoque está claro: ayudar a la comunidad latina, a los inmigrantes y a las comunidades minoritarias a comprender las oportunidades que existen en Estados Unidos. Sin ir más lejos, ella quiere romper patrones de pobreza y cambiar la relación de estos grupos con el dinero.
Desde su punto de vista, «los latinos somos considerados una de las comunidades minoritarias con mayor representación en el país, [por tanto], ya es hora de empoderarnos y entender lo valioso que es nuestro trabajo, nuestra presencia, para el crecimiento económico de esta nación».
De momento, esta emprendedora enfrenta retos significativos en su misión. El principal es generar un cambio de conciencia en la comunidad, desafiando la creencia arraigada de que el éxito sólo llega a través del sacrificio. También debe lidiar con el desafío de llegar a la mayor cantidad posible de personas, abriendo sus mentes a las herramientas que transformarán positivamente el futuro financiero de sus vidas y familias.
«Durante años, remarcó, la sociedad nos ha inculcado que la única forma de lograr el éxito es a través del sacrificio y el sufrimiento; nos han enseñado a ver el dinero de forma negativa, haciéndonos creer que sólo las personas con mejores recursos financieros o en mejores estatus socioeconómicos, son las únicas que logran conseguir fortuna y riqueza, prosperidad y abundancia».
¡Qué duda cabe de que Ana María Montoya no sólo está construyendo un negocio: también está liderando un movimiento! Su determinación de empoderar a la comunidad hispana a través de la educación financiera destaca como un ejemplo inspirador de cómo el emprendimiento puede ser un motor de cambio social.
