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Se posiciona el trabajador inmigrante en el país

Los trabajadores de origen inmigrante significaron el 29 % de la fuerza laboral general del país en 2023, frente al 19 %, en 2000.
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Redacción Negocios Now

Los 47,6 millones de trabajadores inmigrantes e hijos de inmigrantes nacidos en Estados Unidos desempeñan un papel clave en las necesidades de la fuerza laboral estadounidense, y una gran cantidad de ellos están bien posicionados para satisfacer la demanda futura, dice Migration Policy Institute (MPI).

En un análisis reciente, el MPI precisa que los trabajadores de origen inmigrante significaron el 29 % de la fuerza laboral general del país en 2023, frente al 19 %, en 2000. Destaca que esta población encaja en el futuro, respondiendo a las demandas educativas y de capacitación proyectadas de los empleos.

Ese 29 % de inmigrantes en la fuerza laboral representaron el 36 % de trabajadores en empleos de alimentos y servicios personales y el 34 % en apoyo a la atención médica y ocupaciones manuales, expone el reporte de los analistas del MPI.

“Con la caída de las tasas de natalidad, los inmigrantes y sus hijos nacidos aquí representaron todo el crecimiento de la edad laboral óptima (25-54 años) entre 2000 y 2023, una población que, de otro modo, se habría reducido en más de ocho millones de personas”, indica el informe.

El texto explica que la fuerza laboral se está reconfigurando por el auge de las nuevas tecnologías, el envejecimiento de la población, el impulso hacia empleos verdes y otras tendencias, escenario que se aceleró en las últimas décadas, cuando la economía pasó de ser fuertemente industrial a basarse en servicios y conocimiento.

Las recientes proyecciones de empleo muestran que la demanda estadounidense de trabajadores bien educados seguirá creciendo. Si bien el 62 % de los adultos contratados tenían educación postsecundaria en 2023, el 72 % de los empleos estadounidenses la requerirán en 2031, plantea.

A fin de respaldar el crecimiento actual de la economía estadounidense, muchos trabajadores (de origen inmigrante o no) necesitarán mejorar sus habilidades o volver a capacitarse para adquirir las credenciales y competencias más demandadas, o fortalecer sus habilidades generales y su alfabetización digital.

El informe compara tendencias entre la población de origen inmigrante y los nacidos en el país. Destaca “la existencia de amplios segmentos de la población adulta de origen inmigrante que están bien posicionados para participar en un mercado laboral futuro, que requerirá un mayor nivel de educación y habilidades”.

En 2023, dice, el 75 % o más de los adultos asiáticos americanos e isleños del Pacífico, negros y blancos, que son hijos de inmigrantes nacidos en Estados Unidos (en otras palabras, la segunda generación de inmigrantes), tenían al menos alguna educación postsecundaria.

En tanto, cerca del 60 % de los adultos latinos que son inmigrantes (primera generación o segunda generación), tuvieron alguna educación postsecundaria, y aproximadamente el 62 % de los inmigrantes negros, también.

Entre 29,8 millones de adultos de origen inmigrante sin educación ni capacitación postsecundaria, muchos son de primera generación que necesitarían obtener un diploma de escuela secundaria o su equivalente antes de considerar opciones postsecundaria.

En este sentido, el reporte destaca que los inmigrantes recién llegados, que ingresaron en 2020 o después, están entre los mejor preparados para cubrir futuros trabajos: el 41 % tiene una licenciatura o un título superior, en comparación con el 36 % de la tercera y superior generación de origen inmigrante.

Estos adultos estarán bien posicionados para empleos en ocupaciones de rápido crecimiento y altamente calificadas. Incluso, en la próxima década, áreas que han empleado gran proporción de personas sin educación ni capacitación postsecundaria requerirán niveles más altos de educación, como apoyo a la atención médica, alimentación, servicios personales y algunos empleos manuales.