Por: Migdalis Pérez
Ayleen Díaz sólo tiene 18 años, pero, a falta de experiencia de vida, le sobran ganas y sueños. La fundadora de Tres Hermanas Beverages, emprendimiento creado en 2019, que ofrece auténticas bebidas mexicanas, sabe lo que quiere para su futuro y el de sus pequeñas ayudantes, Alissa y Arianna, de 13 y 12 años, respectivamente.
En conversación con Negocios Now, la mayor de las Díaz nos adentró en la historia detrás de su exitoso proyecto de aguas frescas (entre las que se encuentran las famosas horchata y agua de Jamaica) con sabores familiares; familiares, sí, porque provienen directamente de las recetas de su abuelita Nery.
Con el entusiasmo propio de su juventud, esta emprendedora detalló la amplia gama de sabores que brindan, desde clásicos, como limón, pepino y tamarindo hasta innovaciones locales, como fresa y kiwi. La inclusión de sabores estadounidenses, como piña colada, por ejemplo, demuestra la versatilidad y adaptabilidad de su empresa.
Surgido poco antes de la pandemia de COVID-19, este proyecto vio la luz porque Ayleen siempre quiso crear un negocio con sus hermanitas, en gran medida, motivada porque todos en su familia son empresarios. Sin pensarlo dos veces, un día aceptó la sugerencia de su papá de vender aguas frescas frente a su casa e hizo que su abuela les enseñara a prepararlas.
Aunque el inicio de su emprendimiento coincidió con una caótica situación sanitaria, la joven empresaria contó con una respuesta positiva por parte de su comunidad. «La gente se emocionó porque, durante el COVID-19, tenía algo que hacer los fines de semana: caminar y disfrutar de las bebidas de Tres Hermanas», recordó.
Este éxito inicial proporcionó un impulso motivador a las tres chicas, quienes crearon un ambiente acogedor y familiar en su sitio de ventas. Hoy, Ayleen sueña con expandir su emprendimiento a nivel internacional e imagina tráileres o cafés en todo el mundo donde el sabor mexicano esté presente.
Como sus sueños son bien grandes, tiene la mirada puesta en escuelas para estudiar negocios internacionales, una elección que se alinea perfectamente con su visión de llevar los sabores de sus aguas frescas a diversos países, a pesar de que ni ella, ni sus hermanas, ni sus padres nacieron en México.
Tal como nos contó, fueron sus abuelos quienes emigraron a Estados Unidos, lo que hace que ella y sus hermanitas sean la segunda generación en este país; una segunda generación que busca dejar su huella no sólo en su entorno más cercano, sino también en todos los sitios de este mundo a los que puedan llegar.
