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Secretos de un viaje en crucero

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Viajar en crucero tiene muchos atractivos, pero hay situaciones de las que difícilmente se enteran los viajeros, como la vigilancia, el manejo de hechos sorpresivos e incómodos e incluso la sanción a los trabajadores que intentan ligar con los pasajeros.

Por ejemplo, los cruceros cuentan con cámaras en todas partes, principalmente por seguridad, así que si estás fuera de tu cabina probablemente estés frente a una cámara. Y los miembros de la tripulación usan códigos que utilizan en alta voz para referirse a ciertas situaciones de emergencia sin alarmar a los pasajeros. “Código Adam” significa que falta un niño, “Código Alfa” que hay una emergencia médica, “Código Oscar” que alguien se cayó por la borda, y “Código Bravo” que hay un incendio en el barco, de acuerdo con el sitio Mental Floss.

Los trabajadores de cruceros tienen estrictamente prohibido establecer contacto y mucho menos involucrarse sentimentalmente con los pasajeros a riesgo de ser despedido de su trabajo, lo que ayuda a proteger a la línea de cruceros de cualquier tipo de acusaciones que puedan dañar la reputación del barco. No obstante, los tripulantes del crucero pueden hacer bromas inofensivas a los pasajeros y solo con el fin de romper la monotonía.

Y aunque te parezca increíble que aun existan piratas y sean una amenaza para un barco moderno, lo cierto es que los trabajadores de cruceros están entrenados para luchar contra ellos. Líneas de cruceros como Princess Cruises y Oceania Cruises entrenan a su tripulación para alejar a los huéspedes de las ventanas y rociar a los intrusos con gigantescos cañones de agua, lo suficientemente potentes para hacerlos huir.

A nadie le gusta la idea de que alguien fallezca a bordo, pero eso sucede. Cerca de 200 personas mueren en cruceros cada año, y tiene que haber un lugar para almacenar los cuerpos hasta que el barco pueda atracar. Esta es la razón por la cual muchos tienen pequeñas morgues para alrededor de cinco cuerpos, y son más comunes en los cruceros que atienden a personas mayores.

También la mayoría de los cruceros tienen su propia “sala de guerra” a bordo, que en algunos casos se conoce como “centro de seguridad”, que está destinada a la planificación, especialmente en situaciones de emergencia.

Sin embargo, el mayor terror en un crucero es que se aparezca una ola rebelde que es una ola masiva surgida de la nada y que a menudo puede causar daños masivos a las embarcaciones. También se les conoce como olas monstruosas o anormales.  Se trata de olas rebeldes porque no coinciden con los patrones de agua circundantes, y con frecuencia se las considera responsable de algunos de los barcos que han desaparecido.
Las excursiones terrestres son la mejor parte de un crucero, pero no trates de utilizar más del tiempo establecido para ellas a  riesgo de que te deje el crucero, ya que están sujetos a multas masivas si permanecen más tiempo que el asignado en un puerto.

Al final de tu viaje generalmente se te piden que completes una tarjeta de comentarios, las cuales son similares en toda la industria de servicios, pero en el caso de los cruceros las críticas se toman muy en serio, y hasta pueden ser razón para el despido de algún trabajador. NN