Las y los integrantes de una tripulación relataron experiencias y dieron información de manera anónima a los usuarios del sitio. Entre las sorpresas está la advertencia de no colocar los alimentos directamente en las mesas para las bandejas, ya que “rara vez se desinfectan”.
Una azafata recomendó a los participantes del chat que siempre contaran el número de filas hasta la salida más cercana. “En una situación de emergencia real, saber cuántos respaldos son nos permite encontrar rápidamente el camino hacia la salida, incluso si la visión se ve afectada”.
No solo los asistentes de vuelo comparten sus historias. Los familiares y amigos de las tripulaciones formaron el hilo con anécdotas que les han contado: “Mi abuelo era un asistente de vuelo y dijo que vio a una persona acariciando a una ardilla que se coló en el vuelo en una bolsa de mano”.
Otro usuario compartió la información obtenida de un asistente de vuelo, según dijo: Si se les dice a los pasajeros que se preparen para el impacto y coloquen sus manos en la cabeza, no entrelacen los dedos, pongan una mano sobre la otra, con la mano dominante debajo. “Si algo cae sobre tu mano / cabeza, aún tendrás una buena mano para usar”.
Otra azafata contó una historia sorprendente: Había tres bebés en el vuelo y solo veía a dos, así que se acercó a la pareja que debía llevar el tercero, muy jóvenes y de una zona rural. Cuando preguntó dónde estaba su bebé, señalaron el compartimiento superior, donde lo colocaron porque pensaron que era una especie de portabebés.
Los viajeros se han encontrado con un pasajero alborotado o ingobernable en algún momento, pero los asistentes de vuelo se ocupan de ellos todo el tiempo. “No se trata solo de calmar a los viajeros furiosos, sino también de ser testigo de los comportamientos más extraños que los humanos pueden ofrecer”, expresó un participante.
Una azafata que participó en el chat con el nombre de mits06 describió el momento en que un avión aterrizó de emergencia porque un pasajero fumó el medicamento alucinógeno PCP en el baño y tuvo un colapso total. Y un trabajador de rampa reveló que cuando los aviones transportan cadáveres, frecuentemente “gotean” en el equipaje.
Los miembros anónimos de la tripulación de cabina revelaron también sus experiencias más impactantes en el aire. Una ex aeromoza comentó que en la década de los 70s veía en los vuelos a prostitutas en busca de clientes en su ruta de Nueva York a San Juan, Puerto Rico. “Deambulaban por el avión, golpeando a los tipos que parecían estar viajando solos”.
Otra azafata contó una historia sobre “un sujeto que intentaba lamerla cada vez que se acercaba para darle una comida / bebida a la persona que estaba en el asiento de la ventana”. Y un empleado del área de abordaje aseguró que la mayoría de retrasos se producen en los vuelos debido a los pasajeros:
“Está el tipo que se enfurece porque no puede pasar cuatro onzas de líquido a través de la banda de seguridad. La familia que pensó era una gran idea traer tres cochecitos y dos asientos para su único hijo. Esa dulce abuela que insiste en que no necesita ayuda para subir al avión, pero no puede caminar más rápido que un paso por minuto, o el tipo que intentó secuestrar la alarma de humo en el avión”, expone.
