El miércoles 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud declaró que la crisis mundial de coronavirus era oficialmente una pandemia, debido a una alarma cada vez mayor sobre el aumento de infecciones. Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien dirige la agencia de la ONU, expresó la preocupación de la OMS por los “alarmantes niveles de propagación y gravedad” del brote, pero también por “los niveles alarmantes de inacción” de los países.
De inmediato los mercados bursátiles reaccionaron al anuncio y las acciones cayeron drásticamente debido a los temores de consecuencias económicas por la enfermedad que, desde fines de diciembre cuando aparecieron los informes del coronavirus, hasta ese día sumaba 4, 378 muertes y 120, 865 casos de contagios en 108 naciones.
Dos días después, el viernes 13, el presidente Donald Trump declaró emergencia nacional en Estados Unidos por el COVID-19, en un mensaje emitido desde la Casa Blanca. La medida, dijo, permitirá obtener los recursos necesarios para apoyar a los gobiernos locales y estatales a enfrentar la presencia del virus.
El reporte en ese momento era de 41 muertes y aproximadamente 1, 800 casos en 46 estados de la unión americana, y la expectativa de que el punto más alto del número de infecciones está por venir en los próximos días. Como parte de las medidas sanitarias Trump anunció la suspensión de todos los viajes entre Estados Unidos y Europa durante 30 días, restricciones que comenzaron el viernes y no se aplican al Reino Unido.
Aunque los casos en los Estados Unidos surgieron por primera vez en el estado de Washington, Nueva York alberga el mayor número de contagios, la mayoría surgidos en el Condado Westchester, 121 casos, y 95 en la ciudad de Nueva York, por lo que el estado se declaró en emergencia. Atracciones como espectáculos de Broadway y el Museo Metropolitano de Arte fueron cerrados hasta el 12 de abril.
La mayoría de las muertes en los Estados Unidos se confirman entre adultos mayores, y más de diez estados de la unión americana se han declarado en emergencia. La primera muerte en el país por coronavirus se registró en el estado de Washington el 29 de febrero.
La declaración de emergencia nacional abre la posibilidad de dirigir $ 50 mil millones a gobiernos estatales y locales para que respondan al brote. AdemasTrump aseguró que se busca dar a los médicos y hospitales flexibilidad en el tratamiento de pacientes, y su administración negocia con el Congreso un paquete de ayuda adicional.
El sábado algunas grandes cadenas comerciales informaron medidas que implementarían en respuesta a la pandemia. La empresa Walmart, el minorista más grande de Estados Unidos, anunció la modificación del horario de sus más de 4, 700 tiendas en el país, de 6 de la mañana a 11 de la noche, que permitirá a los empleados reponer los estantes y limpiar los establecimientos.
Mientras algunos minoristas planearon cerrar temporalmente sus tiendas, como Urban Outfitters que regresará hasta el 28 de marzo, otras grandes compañías modificaron actividades para seguir funcionando durante la pandemia. Por ejemplo, el miércoles Starbucks informó el aumento de sus procedimientos de limpieza y desinfección así como la probable aplicación en sus locales de Estados Unidos y Canadá de un plan utilizado con éxito en sus tiendas en China.
El plan incluye limitar asientos en algunos cafés o sólo recibir pedidos a través de su aplicación en móvil, Uber Eats, o en servicios de Drive-Thru. “Como último recurso, cerraremos tiendas si creemos que es en el mejor interés de nuestros clientes y socios, o si las autoridades gubernamentales nos lo indican”, expuso el Ceo de Starbucks Kevin Johnson en un comunicado.
