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El candidato mexicano Jesús “Chuy” García no pudo concretar su sueño de convertirse en alcalde de Chicago al ser derrotado por el poderoso regidor Rahm Emanuel que obtuvo el 56 por ciento de los votos en la segunda vuelta.
Con el 75 por ciento de los votos escrutados, y una diferencia irrecuperable de 56 a 44, García concedió la derrota y los medios locales proclamaron la reelección de Emanuel al cabo de una campaña duramente disputada.
García llamó por teléfono a Emanuel “para felicitarlo y desearle lo mejor”, anunció más tarde en un discurso dirigido a sus seguidores.
El candidato nacido en Durango, México, agradeció la posibilidad de haber disputado la elección “en una ciudad a la que ama”, y en la que ha vivido durante 50 años desde que emigró a los cinco años de edad.
“Nos faltó poco para llegar. Ustedes me pusieron aquí eso no lo voy a olvidar nunca”, expresó.
“Hoy no perdimos una elección, sino que tratamos de responder a quienes quieren ser escuchados y prefieren una ciudad para todos”, agregó.
García, que se presentó como un progresista que obligó al exjefe de gabinete del presidente Barack Obama a disputar por primera vez una segunda vuelta en la historia política de la ciudad, movilizó a última hora a miles de voluntarios para buscar votos puerta a puerta.
El candidato ganó como se esperaba en 12 de los 13 distritos hispanos, pero Emanuel igualmente le quitó un porcentaje importante de ese apoyo.
El voto latino representa el 14 por ciento del electorado estimado en 1,4 millón de personas, de las cuales un 40 por ciento se presentó a votar hoy.
Emanuel fue el preferido en los 18 distritos afroamericanos del sur y oeste de la ciudad, con un apoyo que fue fundamental para decidir la elección.
La victoria del alcalde Emanuel se hizo evidente desde el comienzo del escrutinio, donde impuso la diferencia de 56 a 44 que mantuvo hasta el final.
En 2011, cuando fue elegido alcalde por primera vez, Emanuel logró el 55 por ciento de los votos.
Con los primeros anuncios extraoficiales de la elección, los seguidores de Emanuel reunidos en un local sindical del oeste estallaron en vítores con el sonido de una banda de música en vivo. Muchos vestían playeras con la inscripción “Rahm Love”.
“Chicago, los he escuchado y entiendo que ante los desafíos que enfrentamos tengo que encararlos de manera diferente y trabajar de otra manera”, dijo en referencia a los reclamos de quienes critican su estilo directo de gobierno.
“A todos los votantes, quiero agradecerles el apoyo y les prometo que seré un mejor alcalde, gracias a ustedes”. Agregó.
Al referirse a su rival, dijo que “acaban de ver una elección entre el nieto de un inmigrante y un inmigrante, y por eso Chicago es la mejor ciudad del mundo”.
En la primera vuelta, el 24 de febrero, Emanuel no pudo conseguir el 50 por ciento más uno de los votos y tuvo que aplicarse al máximo para mantener su cargo ante el embate de García y de los sindicatos que lo apoyaron.
Con más de 20 millones de dólares en su fondo de campaña, contra 6 millones de García, el alcalde dominó la radio y televisión con anuncios que presentaron a su oponente como una persona sin experiencia, indecisa e incapaz de enfrentar los problemas de Chicago.
Inclusive, Emanuel cambió el tono de su discurso, reconoció errores y se presentó como alguien dispuesto a gobernar durante el segundo mandato con el aporte de todos, como le reclamaban.
También pudo presentarse con éxito como el único candidato con un plan concreto para resolver la crisis financiera municipal, donde se necesitan nuevos ingresos para enfrentar los déficits del plan de pensiones y de las escuelas públicas, entre otros.