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La razón científica por la que te encanta viajar

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Si te apasiona la idea de viajar, tal vez no sea solo una urgencia por despegarte de la rutina sino una información que traes en tus genes, lo que significa una explicación científica de ese deseo.

Con el paso del tiempo los estudios han demostrado un vínculo entre un exceso de dopamina en el cerebro, una tendencia a participar en comportamientos impulsivos y la variante específica del gen DRD4, que codifica un solo tipo de receptor de dopamina llamado alelo 7R +.

Esta variación genética se ha relacionado previamente con problemas como el juego y la adicción, pero también puede explicar una compulsión más benigna, la necesidad de viajar, de acuerdo con el investigador y actual director del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, el biólogo evolutivo Justin García.

En una entrevista para la revista Travel+Leisure, explicó que el gen DRD4 y la dopamina adicional provocaron que el hombre prehistórico abandonara su hogar y explorara otros territorios esperando encontrar comida, compañeros y refugio. “Esas necesidades de supervivencia ya no están en juego, pero el fondo biológico se transformó en pasión por los viajes modernos”.

Aún cuando hay una combinación obvia de naturaleza y educación en la mayoría de las explicaciones científicas, García dijo que el DRD4 podría explicar por qué algunas personas consideran que viajar es tan emocionante y otros lo consideran aterrador.

T+L también incluye en el artículo las opiniones sobre esta teoría de J. Koji Lum, antropóloga de la Universidad de Binghamton: “DRD4 es un gen y, por supuesto, su contribución a cualquier comportamiento complejo será pequeña. Pero esas pequeñas diferencias se suman”, planteó.

“Evaluar el riesgo es simplemente ejecutar un algoritmo en tu cabeza. Las diferentes variantes genéticas significan que el algoritmo se ejecuta a niveles diferentes en la gente. Ahí es donde todo esto se une: las personas ejecutan algoritmos ligeramente diferentes que ayudan a definir si se arriesgarán o no”, agregó.

Con el tiempo, dijo, esa pequeña diferencia en el algoritmo termina en vidas muy diferentes vividas. “Entonces, si la gente piensa que estás loco por querer ver el mundo, debes saber que tu impulso puede estar basado en la biología”, sentenció.

La revista turística también incluye referencias del libro The Art of Risk: The New Science of Courage, Caution, and Chance, de Kayt Sukel, que explora la pregunta: ¿los arriesgados nacen o se hacen?. El autor describe cómo las personas evalúan el valor de las oportunidades grandes o pequeñas que pueden tener el potencial de cambiar el curso de sus vidas.

 

Las respuestas que plantea se basan en la aplicación de las últimas investigaciones en neurociencia y psicología a situaciones convincentes del mundo real. Explora la toma de riesgos y cómo impacta en las decisiones que se asumen en el trabajo, el juego, el amor y la vida, proporcionando una visión para comprender el comportamiento individual. NN