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Estefanía Roa: «Siempre hay oportunidad de renovarse y brillar»

La experiencia de rescatar a su compañía le enseñó a esta empresaria que, como el ave fénix, cualquiera puede renacer e implementar nuevas ideas.
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Por Migdalis Pérez

Para Estefanía Roa, dueña de L.B. Hall Fireproofing, el éxito no sólo se mide en cifras o logros financieros: más bien se trata de cómo crece su empresa, cómo impacta positivamente en la vida de los suyos y cómo contribuye al bienestar de su comunidad.

Según confesó en entrevista con Negocios Now, en 2013, cuando decidió rescatar de la bancarrota a la que luego sería su empresa, y así pasar de empleada a empresaria, lo hizo pensando fundamentalmente en construir un legado sólido y duradero.

«Una cosa que tengo presente cuando surgen situaciones complicadas, es cuál será mi trascendencia. Y lo que se me viene a la mente es lo que voy a dejar, el legado; lo que mis tres hijos van a aprender de mí, lo que ellos van a decir cuando yo ya no esté y lo que voy a poder inspirar en tantas otras personas», subrayó.

Ciertamente, la tarea de Roa a fin de llegar a donde está hoy no ha sido nada sencilla. Para llevar a su compañía al éxito actual, tuvo que realizar un proceso de renovación total, cambiar procesos administrativos, enfocarse en la solución y no en el problema, y, por supuesto, trabajar arduamente.

«Hace 11 años, relató, la empresa [originalmente fundada en 1949] no tenía contratos, le quedaban dos empleados, tenía demandas encima, estaba ya con una puerta cerrada, literalmente, y, pues, tomamos el riesgo. Decidimos abrir la puerta nuevamente y empezar a explorar soluciones a base de esfuerzo».

Fue así como esta empresaria, nacida en México, tomó al toro por los cuernos y se enfrentó a todos los retos. Porque sacar a la compañía de la bancarrota no fue el único obstáculo. «Siendo mujer y latina, puntualizó, sí que hay otros retos muy particulares en esta industria de la construcción».

En primer lugar, está su nivel de educación, que la sigue impulsando para continuar aprendiendo, y en segundo, «el hecho de ser líder, de pelear contra los propios demonios y de continuar impactando a la gente que sigue los pasos de la empresa», refirió.

Ubicada en Crystal Lake, Illinois, y con un radio de acción que va más allá de este estado (Minnesota, North Dakota, etc.), esta organización ofrece servicios de recubrimientos en acero estructural para la protección y el aislamiento contra incendios en todo tipo de edificaciones, desde edificios de oficinas, bibliotecas y hoteles hasta almacenes, hogares e iglesias, entre otras.

«En caso de un incendio, explicó, nuestra aplicación sirve de retardante para que la gente pueda dejar el edificio con tiempo. Entonces, remarcó, considero que nuestros servicios impactan a muchos, pues salvan vidas», literalmente.

Concebido como un negocio familiar (también hacen parte su esposo y su hijo mayor), L.B. Hall Fireproofing cuenta con 30 empleados y dos certificaciones federales: Minority Business Enterprise y Women Business Enterprise. Asimismo, cuenta con la certificación de Capital Development Board, de Illinois, y, en un futuro, podría abrir más sucursales, así como escalar a la contratación pública.

En este último sentido, Roa apuntó que «todo eso está en el radar, pues hay oportunidades para participar en proyectos federales. [De hecho], subrayó, ya trabajamos mucho con el Gobierno y otras entidades, como escuelas y aeropuertos», por ejemplo.

Partiendo de una historia tan inspiradora como la suya, la empresaria finalmente accedió a brindar un consejo a las mujeres latinas que sueñan con abrir un negocio. «Mi consejo sería no dejarse vencer por el miedo, ni por la sensación de no tener todo lo necesario. Así como el ave fénix renace de las cenizas, siempre hay oportunidad de renovarse y brillar, a pesar de las adversidades».