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El más reciente capítulo en el drama del 737 MAX

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Aún sin fecha definida para regresar al aire, el avión 737 MAX de Boeing, en tierra desde marzo pasado, se mantiene en las noticias por alguna información vinculada al proceso de investigación debido a las fallas relacionadas con los dos accidentes de estas naves, que dejaron 346 muertos.

La empresa dio a conocer en un comunicado su ofrecimiento de $ 100 millones de dólares para las familias de las víctimas y otras personas afectadas por los dos choques de su 737 MAX. El dinero se destinará a “educación, dificultades y gastos de vida para las familias afectadas, programas comunitarios y desarrollo económico en comunidades”.

Boeing describió su promesa como un “alcance inicial”, y precisó que los fondos serían comprometidos durante varios años. El fabricante de aviones, con sede en Chicago, atraviesa una de las peores crisis en sus 103 años de historia, y ha sido examinado por inversores, clientes, especialistas, legisladores y reguladores.

La solución de las demandas en nombre de las víctimas podría costarle a Boeing alrededor de $ 1 mil millones, estimó Bloomberg en su reporte, aunque los expertos legales han dicho que los pagos podrían ser mayores si la evidencia demuestra que Boeing conocía las fallas en los aviones antes de las tragedias.

Boeing planea trabajar con gobiernos locales y organizaciones sin fines de lucro para implementar los fondos. El promedio total es de aproximadamente $ 289,000 por víctima de choque, aunque la cantidad que recibe cualquier persona podría ser mucho menor una vez que se realicen los pagos a todas las partes interesadas.

Esta cantidad es independiente de las demandas que interpusieron las familias de las víctimas, aclaró la empresa. Según los registros de la corte, se presentaron al menos 46 reclamaciones en el accidente de Indonesia, con casi la misma cantidad de víctimas mortales en Etiopía, y los casos se encuentran en la primera etapa.

Algunos familiares de las víctimas han sido muy críticos con Boeing después de los choques, han asistido a audiencias en el Congreso y se han reunido con funcionarios de la Administración Federal de Aviación y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte. En tanto, la compañía está desarrollando un software para abordar un nuevo problema de seguridad en el MAX.