Cuando la comida mexicana se sirve con ‘Atzimba’

 Atzimba Pérez puede afirmar sin temor a equivocarse que su vida empresarial transcurre de banquete en banquete.
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Mexicana de origen, la chef vive el orgullo de haber creado en Chicago una compañía de banquetes enfocada en compartir la comida de su país y difundir la historia detrás de cada plato que elabora.

Tal como dijera a Negocios Now, su principal intención con Atzimba Caterings and Events, es ayudar a preservar la gastronomía prehispánica michoacana.

“Cuando llego a un evento, o hago un evento, siempre le cuento a la gente cuál es la historia del platillo, cuál es su aporte gastronómico, todo”, relata Pérez, quien se graduó como chef en México, en 1995.

La empresaria de 42 años no para de trabajar en función de su negocio, en el que no sólo funge como chef, sino también como panadera, pastelera, decoradora y bartender.

“Yo hago de todo, pues mi carrera fue muy completa en México. Fíjate que a los 15 días de graduada, abrí mi propia pastelería allá. A Chicago llegué en 1996, y desde entonces he seguido actualizándome”, puntualiza la emprendedora, quien desde el año pasado también enseña a estudiantes de la Chicago Public School acerca de la comida mexicana y latina.

“Muchas veces, a los papás se nos olvida enseñarles a los niños sobre nuestros platos y por eso se están perdiendo nuestras raíces” —remarca—, al tiempo que adelanta sus planes futuros de crear una escuela y una fundación que ayuden a preservar la cultura gastronómica de su país natal, y principalmente la michoacana.

Pérez rememora que la comida mexicana fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad mayormente gracias a la gastronomía de Michoacán, de ahí su apego a los platillos típicos de esa región, a los que además les imprime su sello personal.

“La verdad es que siempre me salgo de los menús tradicionales”, sostiene, y agrega que sus platos más aceptados son: el pastel de tres leches relleno con frutas, el pie de queso con chongos zamoranos, la cochinita pibil, el mole verde, los tamales prehispánicos (considerados gourmet) y la birria. Entre las bebidas figuran las de mezcal, el tequila de chocolate y el trago conocido como beso maya, principalmente.

Aunque a esta empresaria le va bien elaborando y sirviendo sus platillos en diferentes eventos (bodas, reuniones corporativas, encuentros VIP, etc.), señala que tan pronto como dentro de un año podría contar con un local propio, ya que mucha gente se lo está pidiendo. “Yo me caracterizo por trabajar bajo presión y ser versátil”, subraya con firmeza, de ahí que no le resultaría un problema desempeñarse en todas y cada una de sus funciones.

Dada su condición de emigrada, esta emprendedora alega que le encanta ayudar a sus semejantes, por ejemplo, a los dreamers, para quienes ha organizado eventos a fin de recaudar fondos. Esto, de conjunto con chefs de talla internacional y funcionarios mexicanos, fundamentalmente.

Aparte de la comida mexicana, Pérez también se especializa en la gastronomía española, italiana, francesa, china, colombiana, argentina y guatemalteca, entre otras.

“Cuando uno trabaja en lo que le gusta, y además recibe el fruto de su esfuerzo, todo lo hace con pasión”, concluye.

Por Migdalis Pérez