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Continúa en la polémica el avión 737 MAX de Boeing

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En tierra, desde el mes de marzo debido a la investigación por fallas relacionadas con dos accidentes donde murieron 346 personas, el avión 737 MAX de Boeing, el más vendido por la compañía, continúa en la polémica y sin fecha segura para regresar al aire.

Una investigación de Bloomberg denuncia que la empresa pagaba 9 dólares la hora a los ingenieros diseñadores del software que controla el piloto automático de la nave. Ese mismo software es el responsable de los dos accidentes mortales, y la razón por la que el 737 MAX ahora mismo no tengan permiso para volar.

El bajo pago a los ingenieros contrasta con el precio del 737 MAX, de 110 millones de dólares, un costo que no implica que se haya fabricado con los más altos estándares de calidad, indica el reporte de la agencia informativa.

Precisa que Boeing subcontrató a un grupo de ingenieros para realizar esta importante tarea, y les pagó 9 dólares la hora frente a los 40 dólares que suelen cobrar los ingenieros que están en plantilla dentro de la empresa estadounidense.

El mismo medio denuncia que el software del piloto automático del Boeing 737 MAX se desarrolló en un momento en el que Boeing estaba despidiendo a ingenieros experimentados y presionando a los proveedores para que redujeran los costos.

Tras los despidos, la empresa se negó a contratar nuevos ingenieros y prefirió contactar a terceras empresas para que realizaran esta sensible tarea, “pagándoles una miseria”.

En tanto, la investigación que se sigue en la compañía por los 737 MAX se amplió hacia una planta en Carolina del Sur y sus empleados. Las irregularidades encontradas incluyen una cultura de intimidación en la planta no sindicalizada, la única línea de montaje final comercial fuera del centro industrial de Boeing en Seattle.

La creciente inspección de los fiscales federales se suma a la presión sobre el fabricante, que también enfrenta investigaciones civiles y del Congreso sobre el diseño y la certificación del 737 MAX y el software vinculado a los dos accidentes fatales.

Además, la Comisión de Valores e Intercambio de Estados Unidos está investigando si Boeing reveló correctamente los problemas relacionados con los aviones de reacción 737 MAX, que fueron castigados en marzo después del segundo accidente.

Los dos accidentes han generado múltiples investigaciones y revisiones de cómo Boeing agregó un sistema de seguridad a la familia 737 MAX, programado para empujar la nariz del avión hacia abajo si detectaba cercanía con un puesto aerodinámico, y que en los vuelos fatales se disparó por un sensor que no funcionaba, provocando una presión repetida que ocasionó a los pilotos la pérdida del control.

Boeing, con sede en Chicago, sufrió otro revés la semana pasada, cuando la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos reveló que había descubierto un nuevo riesgo de seguridad, relacionado con un microprocesador en la computadora de control de vuelo del 737 MAX.

Y para rematar, este lunes el gigante de la aeronáutica cayó un 2.11 % al cierre de la sesión en Wall Street, después de que el banco JPMorgan actualizara a la baja la previsión de beneficios para 2019 de la compañía, por la paralización de la producción de los modelos 737 MAX debido a la nueva corrección requerida para los sistemas informáticos de las aeronaves, que retrasará más su regreso al aire.