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Competencia por el vehículo autónomo

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Las grandes compañías de tecnología están empeñadas en producir el primer vehículo de auto conducción, en una competencia que lleva muchos años en los que han desarrollando sus versiones del automóvil del futuro.

De estas empresas, Google ha logrado grandes avances que hizo públicos, Amazon le apuesta a la sociedad con otras empresas, mientras que Apple sigue trabajando en secreto. Pero ninguna ha conseguido poner a la venta un coche autónomo, pese a la inversión que han hecho de muchísimos recursos.

Recientemente Apple despidió a 190 trabajadores, desmantelando su Proyecto Titan, nombre clave que recibió el equipo encargado de crear el iCar, lo que podría significar que la empresa abandona la competencia, aunque no está confirmado.

De momento, la carrera por construir el coche autónomo sigue liderada por Tesla, cuyos coches ya pueden ir solos por el mundo gracias a una simple actualización de software. No obstante aún no tienen permiso para hacerlo ni en la Unión Europea ni en Estados Unidos.

Los fabricantes clásicos también han avanzado en esta competencia. Marcas como Chrysler, BMW, Audi o Mercedes, por citar algunas, ya tienen prototipos y están esperando las regulaciones. Las empresas Uber, Tesla, y Google ya han implementando proyectos pilotos de vehículos autónomos en diversas ciudades, los cuales han requerido esfuerzos de regulación por parte de las autoridades.

En la unión americana, Nevada fue el primer estado que desarrolló una regulación para la operación de vehículos autónomos en 2011. Desde entonces, otras 21 entidades de Estados Unidos han aprobado una legislación relacionada a su regulación.

En esta búsqueda, algunas universidades han establecido centros de investigación para el desarrollo de la nueva tecnología. Un ejemplo es la Escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard que lanzó en diciembre pasado la “Iniciativa de Política de Vehículos Autónomos”, con el fin de generar investigación, análisis y recomendaciones de políticas públicas al respecto.

Los vehículos autónomos representan un cambio tecnológico disruptivo que de la misma manera que lo hizo el motor de combustión interna en el siglo XIX, transformará a nuestra sociedad de manera gradual, pero también de manera absoluta.

Su adopción no solamente implicará el desarrollo de un sólido marco regulatorio, sino también la adecuación de la infraestructura urbana respecto a las tecnologías de comunicación, así como la reestructura de algunos de los pilares de la economía mundial del presente.

El estudio “Índice de Preparación para Vehículos Autónomos 2019”, de la compañía KPMG, es un instrumento para ayudar a medir a 25 países respecto a su nivel de preparación para este tipo de autos, y se fundamenta en el análisis y la evaluación de cuatro campos: política y legislación; tecnología e innovación; infraestructura; y aceptación del consumidor.

Las naciones que obtuvieron los puntajes más altos en este índice son los Países Bajos, Singapur, Noruega, Estados Unidos y Suecia. Mientras que en los últimos lugares se ubicaron China, Rusia, México, India y Brasil.