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Bobby Ibarra: «Tenemos que poner a nuestras empresas latinas primero»

Para este empresario, ser el contratista del año 2023 de HACIA no fue precisamente fácil. Conozca los detalles de su historia de éxito.
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Por Migdalis Pérez

Para Bobby Ibarra, de Ibarra Group, LLC, ser el contratista del año 2023 de la Asociación Hispanoamericana de la Industria de la Construcción (HACIA, por sus siglas en inglés), no fue precisamente fácil. Para él, tal distinción requirió tiempo, dedicación y participación en programas vitales de esta entidad.

Tras varios años de integración en HACIA —al igual que su padre, Jesús, quien manejó la empresa desde 1998— este empresario también ha aprovechado todo lo que ofrece esta organización con sede en Chicago, a la cual considera como «un recurso sólido» para los negocios pequeños, como el suyo.

«HACIA ofrece programas de educación sobre cómo ser competentes en este campo. Ellos te ayudan a crecer, a ser más profesional. A mí me han ayudado a conectarme con empresas grandes, a que me consideren como contratista. Por eso les digo a las empresas chicas que están tratando de crecer, que busquen el tiempo y participen para que tengan mejores oportunidades», señaló.

Reconstituida en 2010 como una compañía familiar de segunda generación mexicana, tras la crisis económica de 2008, Ibarra Group produce e instala productos de acero ornamental (pasamanos, escaleras, cercas y barandales, entre otros), y cuenta con sus propios maestros de fabricación.

Siguiendo los pasos de su padre, el graduado de Construction Management, de la Liga Urbana de Chicago, aprovechó para reconocer la labor de su progenitor, quien aún sigue viniendo al trabajo. «Cuando hay alguna falla, relató, viene a aconsejarme, porque en construcción, siempre hay fallas. Entonces, hay que buscar la solución enseguida para que la obra siga rápidamente».

Tras superar varios retos iniciales, como escasez de capital, empleados y clientes, Bobby tiene una visión clara acerca del futuro de su empresa.  «Quiero estar 100 % establecido en nuestra comunidad. Ya compramos una bodega de 18,000 pies cuadrados y estamos contratando a más gente. También quiero implementar programas de beneficios para nuestros empleados, como seguro médico y planes de jubilación, para asegurarnos de que se sientan valorados y estables en sus carreras».

En cuanto a la participación hispana en su industria, dijo que eso todavía es una batalla. «Muchas comunidades de Chicago, que son de latinos, tienen bastantes proyectos, pero se los están dando a empresas fuera de la comunidad. Por eso quiero tener un diálogo con nuestros líderes hispanos, para ver si podemos unirnos e involucrarlos más».

Básicamente, su empeño en este sentido radica en que los latinos sean más considerados para los proyectos de construcción. «Muchas constructoras de fuera están obteniendo lo que es nuestra economía. Entonces, cuando se construya algo en nuestras comunidades —en Pilsen, Humboldt Park, Logan Square, La Villita, Brighton Park, donde sea— tenemos que poner a nuestras empresas latinas primero», concluyó.