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Negocios y matrimonios fracasan por los mismos motivos

Los negocios y los matrimonios podrían fracasar por los mismos motivos, según expertos del Instituto de Parejas, de Menlo Park, California.
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Chicago (HINA) – Los negocios y los matrimonios podrían fracasar por los mismos motivos, según expertos del Instituto de Parejas, de Menlo Park, California.

Peter Pearson, psicólogo que dirige esta institución, considera que existe una relación directa entre los errores que se cometen en la vida empresarial y la conyugal.

En su opinión, el primer error es la falta de experiencia. Tanto en uno como en otro caso, este factor conlleva a que la gente resulte afectada por situaciones negativas, situaciones que, mayormente, se repiten una y otra vez sin que los perjudicados parezcan aprender de ellas.

Pearson sostiene que, a pesar de que siempre habrá problemas, la incapacidad para avanzar es lo que perjudica el desempeño de las personas, tanto en el área de los negocios como en el de la pareja.

El hecho de no asimilar y superar las complicaciones, constituye otro de los motivos de fracaso en ambos medios. Siempre habrá eventualidades, y no siempre van a ser positivas, de modo que no saber enfrentarlas y superarlas, equivale a caer en grandes conflictos.

Pearson ejemplifica este fenómeno con la llegada de un nuevo hijo: la dinámica familiar cambia; hay más gasto de energía por parte de ambos padres, y también más gasto de recursos financieros. Si ambos miembros de la pareja no establecen un balance entre la vida familiar y la marital, lo más probable es que el matrimonio se vea muy afectado.

Si a eso se añade que uno de los dos dedica más tiempo al negocio familiar, descuidando con ello la parte conyugal, entonces la situación se torna peor.

La falta de visión en torno al futuro de la empresa como del matrimonio, es el otro motivo de fracaso. Si un dueño de negocio no se preocupa por el porvenir de su compañía, si no traza planes y no busca soluciones para posibles obstáculos futuros, seguramente tendrá problemas más adelante.

Eso mismo ocurre en el seno del matrimonio, según Pearson. Si la pareja trabaja durante muchas horas, descuida la parte afectiva y no avizora lo que podría ocurrir por ese motivo, lo más seguro es que al cabo de un tiempo sufra las consecuencias de este problema. Al no pensar hacia dónde se dirigen, no podrán obtener buenos resultados.

Es que muchos matrimonios suelen tener el mismo concepto que un negocio: creen que una vez comenzado no es necesario volver a hablar acerca de una restructuración. Sin embargo, concluye el experto, imaginar la trayectoria de la relación resulta tan beneficioso como proyectar el futuro de un negocio. (Hispanic News Agency).