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Obtener un buen trabajo depende de la raza y el género 

La discriminación laboral en EE. UU. sigue generando desigualdades que no se resuelven con un mayor rendimiento educativo.
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Redacción Negocios Now

Aun cuando es norma de sabiduría convencional que a mayor educación se obtienen mejores empleos y salarios, la discriminación laboral en Estados Unidos sigue generando desigualdades que no se resuelven con un mayor rendimiento educativo, asegura un estudio del Urban Institute (UI).

El análisis indica que después de décadas de mayores logros educativos por parte de las personas de color, las disparidades en la calidad del empleo persisten. Esas diferencias las denomina “hacinamiento ocupacional”, el cual ocurre en todas las ocupaciones y se distingue al desglosarlas por raza y género.

Los investigadores midieron este hacinamiento ocupacional y obtuvieron delimitaciones claras de sobre y subrepresentación laboral de grupos raciales y de género en las ocupaciones, a pesar de niveles similares de educación.

El estudio utilizó como indicadores de calidad del trabajo, que establecen las disparidades por raza y género: salarios, horas, planificación, seguro de salud, jubilación, seguridad en el empleo, autonomía de los empleados, tasa de desempleo, riesgo de lesión, formación en el trabajo y  cobertura sindical.

Uno de los ejemplos del informe es la comparación entre las ocupaciones de electricista, y empleado de servicio de alimentos y bebidas: ambas requieren el mismo nivel de educación, pero en el primero se gana el doble de ingreso respecto al segundo y tiene una calidad laboral superior.

En la proporción de personas que tienen la educación requerida, los hombres blancos están sobre-representados entre los electricistas y sub-representados entre los trabajadores de alimentos y bebidas, mientras que con hombres y mujeres de color ocurre lo contrario, explica el reporte.

En la ocupación de electricista, los trabajadores blancos reciben un promedio salarial de $46,500 dólares; las mujeres blancas, $26,900; los hombres afros, $36,600; las mujeres afros,  $30,000; los trabajadores latinos, $30,900 y las latinas, $22,000, según el estudio.

Como ejemplo precisa que las escasas mujeres afros electricistas ganan el 67.5 % del salario promedio en ese sector. La mayoría de trabajadoras afros se encuentra en el servicio de alimentos y bebidas, donde reciben un promedio de $15,700. “Ellas están dramáticamente excluidas de ocupaciones de alta calidad”.

En el ultimo escalón de los resultados del análisis, las mujeres afros tienden a concentrarse en empleos de menor calidad y a ser excluidas de posiciones de mayor calidad. La discriminación por racismo y sexismo, que puede ocurrir durante el proceso de contratación o ascenso, explica estas disparidades.

Un buen trabajo depende de la raza y el género, y no de la preparación, concluye el reporte del UI. “Al comparar el hacinamiento ocupacional y la calidad del empleo, podemos ver cómo la discriminación laboral crea desigualdades que no se pueden resolver con un mayor rendimiento educativo”.