Redacción Negocios Now
En los últimos cinco años, se redujo la cantidad de hipotecas obtenidas por blancos, mientras que la proporción de compradores de vivienda hispanos, afros y asiáticos creció debido a situaciones como la edad, aumento de ingresos y mayor apertura a la diversidad, asegura un análisis de Redfin.
Cerca de dos tercios, 62.2 %, de las nuevas hipotecas en 2023 fueron para compradores de vivienda blancos. Si bien fue una proporción mucho mayor que la de cualquier otro grupo racial, es inferior al 64 % que alcanzaron en 2022 y al 70.4 % en 2018, según la corredora de bienes raíces impulsada por la tecnología.
Mientras que la proporción de nuevas hipotecas tomadas por compradores hispanos aumentó 14 % en 2023, desde el 12.6 % en 2022 y el 11 % en 2018. Los afros representaron el 8.7 % frente al 8.6 % en 2022 y el 7.1 % en 2018, y los asiáticos, el 8.2%, sin cambios desde 2022, pero una tasa superior al 6.4 % de 2018.
“En total, los hispanos, afros, asiáticos o de dos o más razas obtuvieron el 37.8 % de las nuevas hipotecas el año pasado, frente al 36 % en 2022 y el 29.6 % en 2018”, precisa el informe de Redfin. “El grupo de personas que obtienen hipotecas en Estados Unidos se está volviendo menos blanco”, afirma.
El año pasado las compras de viviendas cayeron debido al aumento de las tasas hipotecarias y los altos precios de las viviendas, la caída fue más severa entre los blancos, quienes obtuvieron 1,582,643 hipotecas en 2023, un 22.1 % menos que el año anterior y un 31.3 % menos que en 2018.
En comparación, los hispanos obtuvieron 355,757 hipotecas, 11.1 % menos año tras año y 1.3 % menos que en 2018. Los asiáticos tomaron 209,085 hipotecas, un 19.9% menos que en 2022 y un 0.5% menos que en 2018; los afros 220,410 hipotecas, un 19.4% menos que 2022 y 5.7% menos que 2018.
La mayoría de los blancos ya son propietarios de viviendas, lo que significa que no hay mucho espacio para crecer. Casi tres cuartas partes de los blancos, 74 %, tienen casa propia, frente al 62.2 % de los asiáticos, el 49.9 % de los hispanos y el 45.7 % de los afros, precisa el análisis de Bankrate.
El estudio asegura que las personas de color están obteniendo una proporción cada vez mayor de hipotecas debido a tres razones: porque se encuentran en la mejor edad para comprar una vivienda; el país es más diverso; y en los últimos años han logrado mayores aumentos de ingresos que los blancos.
Uno de cada 5 hispanos, 21.1 %, están en la mejor edad para comprar una vivienda (25-34 años), en comparación con el 20.6 % en 2018 y el 16.5 % en 2000. El 13.7 % de los afros tienen la mejor edad frente al 13.4 % en 2018 y 12.6 % en 2000, y el 7 % de los asiáticos desde el 6.9 % en 2018 y 4.9 % en 2000.
El 54.4 % de los blancos está en edad óptima para comprar casa, proporción mayor que la de cualquier otro grupo racial pero inferior al 56.6 % de 2018. La edad más común de los blancos es 60 años, muy lejos de ser la ideal, cinco veces mayor que la edad más común de hispanos y casi el doble de afros y asiáticos.
Respecto a la brecha salarial racial, esta sigue siendo grande pero se ha reducido en los últimos años, en parte debido a un mercado laboral ajustado, lo que hace que los empleadores sean menos selectivos y busquen candidatos fuera de sus redes, brindando oportunidades a las comunidades marginadas.
Se estima que el ingreso anual medio de los hispanos fue de $69,000 dólares en 2023, un 40.2 % más que en 2018. Eso es mucho mayor que el aumento de los blancos, cuyo ingreso medio se elevó 31% a un estimado de $86,000 dólares. Los afros aumentaron 34.7 % a $54,000, y los asiáticos 36.4 % a $114,000.
Aun cuando los blancos redujeron la cantidad de hipotecas adquiridas, la cifra se mantiene en línea con la demografía del país ya que el 59.5 % de la población es blanca, pero para la gente de color los números no corresponden a su proporción. El 18.8 % es hispana, 12.2 % afro-estadunidense y 5.9 % asiáticos.
Si bien los blancos siguen siendo los habitantes con más probabilidades de ser dueños de vivienda, su tasa de propiedad se ha estancado en los últimos años, mientras que aumentaron las tasas de propiedad para hispanos, afros y asiáticos, lo que ayuda a reducir ligeramente la brecha racial.
