Redacción Negocios Now
La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) presentó su avión experimental X-59 capaz de romper la barrera del sonido, con el que abre la puerta a la aviación comercial supersónica silenciosa, que recortará el tiempo de vuelo de forma sorprendente.
Pam Melroy, viceadministradora de la NASA, explicó que los aviones supersónicos basados en el X-59 volarán a un aproximado de 1,4 veces la velocidad del sonido, lo que permitirá, por ejemplo, reducir a la mitad el trayecto Nueva York-Los Ángeles, actualmente de seis horas y 30 minutos.
Durante la presentación del avión, en la localidad californiana de Palmdale,Melroy informó que el X-59 empezará a realizar una serie de vuelos de prueba. Posteriormente, se ampliará el programa para volar el avión sobre zonas habitadas y registrar la respuesta de la ciudadanía al ruido generado.
Describió que, al rebasar la velocidad del sonido, los aviones supersónicos generan un estampido sónico que puede superar los 200 decibelios. Las molestias que estos sonidos crean en zonas habitadas provocó que muchos países impusieran límites a la aviación supersónica, restringiendo, de hecho, su desarrollo.
El ruido que causa el X-59 es como “un rumor” en vez del “buum” habitual, dijo. La compresión de las ondas sonoras cuando el avión supera la velocidad del sonido, es lo que origina el estampido sónico.
La principal característica del X-59 es su prolongada nariz, mucho más larga que la que tenía el Concorde, el avión comercial supersónico desarrollado de forma conjunta por Francia y el Reino Unido, que estuvo en funciones de 1976 al 2003, y capaz de volar a dos veces la velocidad del sonido.
Melroy explicó que la nariz del X-59 constituye la tercera parte de la longitud total del avión experimental, que mide en total 100 pies o 30,5 metros. “Este diseño es realmente clave para dispersar las ondas sonoras”, dijo.
El diseño especial de la nariz del X-59 y la colocación del motor en la parte superior de la aeronave permiten dispersar las ondas sonoras e impedir que se compriman, lo que evita el estampido sónico. Otra característica, que facilita su menor huella sonora, es la colocación de la cabina de pilotaje en el centro del avión.
Además, los diseñadores eliminado el parabrisas delantero de la cabina, lo que reduce aún más el impacto sonoro. Esto obligó a los ingenieros a desarrollar un sistema de visión de alta tecnología con cámaras y pantallas de gran resolución, aseguró la representante de la NASA.
