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Escasez mundial de vivienda afecta a inmigrantes

Se estima que 1,600 millones de personas carecen de acceso a un hogar adecuado y a servicios básicos, según el Migration Policy Institute.
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Redacción Negocios Now

La falta de viviendas asequibles en todo el mundo se está convirtiendo en una crisis global, pues se estima que 1,600 millones de personas carecen de acceso a un hogar adecuado y a servicios básicos, asegura un análisis del Migration Policy Institute (MPI).

“La crisis de la vivienda es compleja; se caracteriza por la escasez de unidades, en especial, para personas de ingresos bajos y medios, lo que afecta por igual a nativos e inmigrantes”, explica. Además, esa falta de acceso confiable a una vivienda adecuada perturba las oportunidades de integración de los recién llegados, dice.

El estudio precisa que una quinta parte de la humanidad carece de vivienda adecuada. Dicha escasez, que se espera afecte a 3,000 millones de personas para 2030, de acuerdo a las proyecciones de la ONU-Hábitat, es un problema tanto para las comunidades originarias como las de nuevos residentes.

“El mundo necesitará 96,000 nuevas viviendas cada día para atender a esos 3,000 millones de afectados”, asegura. “Sin soluciones políticas de construcción, radicales y urgentes, la crisis de la vivienda tendrá profundas consecuencias, incluso agravará las tensiones entre las comunidades de acogida y los recién llegados”.

Como muestra de esa necesidad mundial refiere que, en 2022,la mayoría de los refugiados, solicitantes de asilo y repatriados no tenían viviendas habitables y asequibles, según datos de la ONU. Mientras que para octubre de 2023, cerca de 110 millones de personas en todo el mundo fueron desplazadas por la fuerza, ya sea al interior o internacionalmente.

El informe del MPI destaca que la escasez de vivienda es grave en las naciones de ingresos altos, pero tres cuartas partes de las personas que necesitan protección internacional viven en países de ingresos bajos y medianos cercanos a su lugar de origen, donde rara vez encuentran una vivienda digna.

“Desplazados por la fuerza, migrando por trabajo u otras razones, muchos migrantes son particularmente vulnerables a la falta de acceso a este derecho”, afirma. “Ellos enfrentan marginación, estigmatización y xenofobia por parte de comunidades de acogida, que los excluyen de la vivienda o les cobran tarifas altas”.

Según el reporte, una rápida afluencia de migrantes puede contribuir a la escasez de viviendas en las ciudades, sin embargo, los problemas se crean por cuestiones preexistentes más amplias. “Mientras, la percepción de que los recién llegados vulnerables son culpables de esa escasez puede crear tensiones con las comunidades de acogida, y barreras a la integración”.

Muchos factores contribuyen a la crisis inmobiliaria. Por un lado, el número de viviendas no ha seguido el crecimiento de las poblaciones, especialmente en las zonas urbanas que reciben más habitantes. A nivel mundial, la población aumentó de 7,000 millones en 2010 a más de 8,000 millones en la actualidad.

El MPI concluye en la necesidad de políticas de vivienda en todos los países para hacer frente a esa crisis global sin culpar a los flujos migratorios, ya que “a pesar del alto costo y la escasa disponibilidad de alojamiento y viviendas a corto plazo en el mundo, la evidencia muestra que la inmigración generalmente impulsa las economías locales y el valor de las viviendas a largo plazo”.