Redacción Negocios Now
En enero, la economía estadounidense añadió 353,000 puestos de trabajo, cifra mayor a la estimada, de 185,000, mientras que la tasa de desempleo se mantuvo en el 3.7 %, frente al 3.8 % previsto, de acuerdo con los datos difundidos por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.
El crecimiento de los salarios también mostró fortaleza, ya que los ingresos promedio por hora aumentaron un 0.6 %, el doble de la estimación mensual, mientras que el aumento anual se ubicó en 4.5 %, muy por encima del 4.1 % esperado, según el informe.
El crecimiento del empleo fue generalizado durante el mes, encabezado por los servicios profesionales y empresariales, con 74,000 nuevos empleos, y otros sectores como la atención médica, 70,000; el comercio minorista, 45,000; el Gobierno, 36,000; la asistencia social, 30,000, y la manufactura, 23,000.
El aumento del empleo en diciembre también fue mucho mejor de lo que se valoró originalmente, con una ganancia de 333,000 puestos de trabajo, lo que supuso una revisión al alza de 117,000 con respecto a la estimación inicial. Noviembre tuvo un alza a 182,000, o 9,000 más que la última estimación.
De acuerdo con analistas, el crecimiento del empleo registró un aumento sorprendente en enero, lo que demuestra la resiliencia de la economía estadounidense. Una vez más los datos muestran que el mercado laboral es sólido y está preparado para respaldar un crecimiento económico más amplio.
Sin embargo, algunos registros periodísticos plantean dudas respecto a la durabilidad de lo que ha sido una poderosa tendencia en la contratación, así como sobre la dinámica económica, del empleo y la inflación, que crean un panorama complicado a medida que la Reserva Federal (Fed) busca flexibilizar la política monetaria.
La última semana de enero, la Fed volvió a mantener estables los costos de endeudamiento de referencia a corto plazo e indicó que podrían producirse recortes de tasas, pero no hasta que la inflación muestre más signos de enfriamiento, según indicó su presidente, Jerome Powell.
En conferencia de prensa posterior a una reunión, Powell explicó que el banco central no tiene un “mandato de crecimiento”. Dijo que los banqueros centrales siguen preocupados por el impacto que la alta inflación está teniendo en los consumidores, particularmente en aquellos en el extremo inferior de la escala de ingresos.