Es preciso estar atentos a las Red Flags de la AME puede marcar una gran diferencia en la vida de aquellos que enfrentan esta enfermedad.
Redacción Negocios Now
Reconocer las señales tempranas, conocidas como “Red Flags”, de la Atrofia Muscular Espinal (AME) es un factor esencial para marcar una diferencia significativa en la vida de los pacientes afectados.
En el marco de agosto, “Mes de Concienciación Mundial sobre la AME,” es crucial comprender que esta afección neuromuscular, caracterizada por la pérdida progresiva de las células nerviosas motoras en la médula espinal y el tronco cerebral, tiene un origen hereditario. Aunque la AME puede afectar a personas de todas las edades, sus síntomas suelen manifestarse durante la infancia.
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De esta manera, es esencial recordar que la AME se clasifica en cuatro categorías, dependiendo del momento en que aparecen los síntomas y las habilidades motoras de los pacientes: el Tipo 1, el más grave, se manifiesta desde el nacimiento hasta los seis meses; el Tipo 2, caracterizado por síntomas que surgen entre los seis meses y dos años, permite que muchos pacientes puedan sentarse o gatear durante un tiempo considerable.
También, el Tipo 3, que se manifiesta en la niñez o adolescencia, presenta síntomas más leves, lo que permite caminar sin ayuda; y el Tipo 4, que emerge en la adultez o en la tercera edad, habilitando la marcha autónoma y ofreciendo una esperanza de vida similar a la de aquellos que no padecen esta condición.
En resumen, estar alerta a las señales tempranas de la AME puede tener un impacto verdaderamente significativo en la vida de quienes enfrentan esta enfermedad.
Así, la educación y la concienciación son herramientas clave para asegurar diagnósticos tempranos y la implementación oportuna de intervenciones médicas y terapéuticas, ya que la AME figura como la principal causa de muerte en enfermedades genéticas en niños menores de dos años debido a la falta de diagnósticos y tratamientos tempranos.
Identificar las señales tempranas de la AME:
En suma, reconocer las señales tempranas de la AME es el primer paso crucial en la lucha contra esta enfermedad:
- Retraso en el desarrollo motor: dificultad para alcanzar los hitos motores propios de la edad, como rodar, sentarse, gatear y caminar. El desarrollo motor es más lento en comparación con sus pares.
- Regresión de habilidades: pérdida de habilidades motoras previamente adquiridas, como sostener objetos o mantenerse en pie, según la gravedad de la AME.
- Falta de coordinación motora: dificultades notables en el control de movimientos, resultando en una marcha inestable, tropezones frecuentes y coordinación deficiente.
- Alteración en la marcha: marcha anormal con pasos inestables, falta de equilibrio y movimientos rígidos debido a la debilidad muscular y la afectación nerviosa.
- Pie plano bilateral: arco longitudinal excesivamente aplanado en ambos pies, provocando una distribución inusual del peso y cambios en la marcha.
- Hiperlaxitud: mayor flexibilidad en las articulaciones como codos, rodillas y tobillos debido a la debilidad muscular progresiva y la afectación de las conexiones nerviosas.
- Problemas para alimentarse: desafíos en la alimentación debido a la debilidad muscular que afecta los movimientos en la boca y la garganta.