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Venta de autos cae y demanda de camionetas se enfría.

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Durante el mes de febrero las ventas de vehículos livianos en Estados Unidos cayeron un 2.9 por ciento, y la demanda de camionetas se redujo por segundo mes consecutivo, de acuerdo con datos del portal Automotive News.

El medio electrónico especializado en la industria automotriz reportó que el comportamiento en las ventas de vehículos se debió al severo clima invernal, los efectos persistentes del cierre temporal del gobierno de los Estados Unidos y la ansiedad por los reembolsos de impuestos federales.

Indica en su reporte que esto puede ser la última señal de que la desaceleración del mercado podría estar ganando velocidad. Para febrero la cifra de 16. 61 millones muestra una caída de 2.3% en la tasas de ventas anualizadas y ajustadas por estacionalidad, con base en un máximo de 17 millones.

En tanto la consultora Cox Automotive indicó que “si bien algunos fabricantes de lujo obtuvieron resultados positivos, la historia general de la industria automotriz para febrero es de declive en comparación con 2018”. En febrero del año pasado el indicador de ventas totalizó 17.08 millones

En enero las ventas de vehículos livianos en los Estados Unidos cayeron un 1 por ciento, situación también justificada por el cierre del gobierno y el frío severo que azotó el Medio Oeste, y que frenó la demanda de los consumidores.

En el primer mes del año la tasa de ventas anualizada y ajustada estacionalmente fue de 16.9 millones, una disminución desde los 17.22 millones de diciembre, lo que marcó el primer mes en que el ritmo de ventas cayó por debajo de 17 millones desde agosto.

Enero y febrero son meses más débiles del año para las ventas de vehículos nuevos, aún así, el sólido crecimiento económico, las ganancias en el empleo, los bajos precios de la gasolina y el crédito disponible continúan apoyando la demanda de vehículos livianos.

No obstante, los resultados en los dos primeros meses del año indican un desafío temprano para una industria que, según la mayoría de los pronósticos, se espera que no llegue a los 17 millones de ventas anuales por primera vez desde 2014.

Los analistas consideran que las tasas de interés más altas, la asequibilidad y los abundantes vehículos usados ??de último modelo seguirán minando en el año las ventas de vehículos nuevos, incluso mientras el mercado laboral de los Estados Unidos siga siendo fuerte.