Chicago.- (HINA) Reza un proverbio que si un problema tiene solución, no es un problema. Y si el problema no tiene solución, tampoco es un problema. Dado el peso que tienen sobre sus hombros, los empresarios suelen preocuparse sobremanera, abriendo la puerta a un enemigo letal: el estrés.
Imagínese un escenario en que las ventas de la empresa van en caída, los clientes se van, sin poder ser reemplazados por otros, y los fondos escasean para continuar la senda del crecimiento. En este escenario hipotético que muchos hombres de negocios han atravesado, con enormes responsabilidades por cumplir, pudiera ser hoy el principal motivo de estrés del dueño de un negocio comúnmente bajo una intensa presión, que obligan a lidiar con un sinnúmero de situaciones complicadas al mismo tiempo.
Fuera de control, el estrés puede golpear tan fuerte en su salud que podría devenir en otras enfermedades, como problemas cardíacos, digestivos o mentales, solo por mencionar los más frecuentes de ellos. Ese enemigo silencioso, que mina la salud, puede terminar por sacrificar todo un esfuerzo acumulado en la senda por crear y desarrollar su empresa.
Una de las recomendaciones de los expertos es escoger prioridades, cuando el estrés es ocasionado por el cúmulo de tareas que usted cree poder cumplir todas en tiempo. También sugieren concentrarse en el presente y olvidarse de situaciones futuras, que pudieran no ocurrir, pase un tiempo meditando, tome aire fresco, haga ejercicios y trate de cambiar lo que pueda cambiarse. Nada más, nada menos. (Especial de edición Empresarios y Salud)
