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Trump planea deportar a ciudadanos estadounidenses 

El tema surgió de nuevo durante el encuentro del presidente estadounidense con su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele.

Redacción Negocios Now

Además de las severas medidas ordenadas contra los migrantes, incluyendo a muchos que se encuentran en Estados Unidos con estatus legal, el gobierno de Trump explora una propuesta para detener a ciudadanos estadounidenses y enviarlos a prisiones en El Salvador.

La idea, planteada en febrero por Trump, ha sido condenada por algunos juristas quienes consideran que representaría una intrusión sin precedentes en las libertades civiles de los ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, aún no se descarta, y el gobierno federal continua evaluando si es legalmente posible.

El tema surgió de nuevo durante el encuentro del presidente estadunidense con su homólogo salvadoreño Nayib Bukele, ocurrido el 14 de abril. Minutos antes de una rueda de prensa, Trump se refirió a este propósito de su gobierno con algunas frases alusivas, según registros de la prensa.

“Hay que construir unos cinco lugares más”, dijo Trump a Bukele, en aparente referencia al espacio carcelario que se necesitaría en El Salvador para albergar a ciudadanos estadounidenses. El presidente salvadoreño respondió “Sí, tenemos espacio”.

Más tarde, Trump confirmó a la prensa que ordenó a la Fiscal General de Estados Unidos, Pam Bondi, que explore si podría ser una forma legal y rentable de albergar a prisioneros estadounidenses. También sugirió que su administración podría enviar a ciudadanos estadounidenses a otros países para que los encarcelen.

En este punto precisó que ya se negocia con otros países ese envío para su  encarcelación de ciudadanos estadunidenses. “Si se trata de un delincuente local, no tengo problema. Ahora mismo estamos estudiando las leyes. Si podemos hacerlo, es bueno”, dijo Trump.

En febrero Bukele confirmó su disposición “a recibir a delincuentes convictos, incluidos ciudadanos estadounidenses, en nuestra mega prisión (CECOT) a cambio de una tarifa”, al tiempo que publicó fotografías de reclusos apiñados, agachados y con las manos en la cabeza.

Dijo que su país “ofreció a Estados Unidos la oportunidad de externalizar parte de su sistema penitenciario”. A la fecha, El Salvador mantiene en una prisión de máxima seguridad a cientos de personas expulsadas de la unión americana tras ser detenidas por presunta falta de estatus legal o por su afiliación a pandillas.

Los críticos afirman que muchas de las personas que se encuentran encarceladas en la prisión salvadoreña fueron deportadas sin un debido proceso, en algunos casos desafiando las órdenes judiciales de jueces estadounidenses. Es por eso que indigna a especialistas la  amenaza de extender el procedimiento a ciudadanos estadunidenses.

“Es obviamente inconstitucional, ilegal. Ninguna ley estadounidense autoriza a deportar a ciudadanos estadounidenses, y mucho menos a encarcelarlos en un país extranjero”, declaró a NPR el especialista David Bier, del Instituto Cato, un centro de estudios libertario con sede en Washington, D.C.

“El problema, por supuesto, es que Trump ya ha deportado ilegalmente a cientos de personas simplemente al no darles a los tribunales la oportunidad de detenerlo”, añadió Bier. “Creo que ese es el verdadero temor, que intentará evadir la revisión judicial de las deportaciones de ciudadanos estadounidenses”.

Deportar migrantes a El Salvador se convirtió en un exitoso recurso para la implementación de la política migratoria de Trump, obteniendo el apoyo de ciertos sectores, por lo cual mantiene su intención de detener a ciudadanos estadunidenses delincuentes y enviarlos al extranjeros si algún recurso legal se lo permite.