Redacción Negocios Now
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció que sus políticas económicas, incluidas las agresivas tarifas comerciales, podrían provocar una recesión, aunque aseguró que los beneficios a largo plazo justificarían la incertidumbre.
En una entrevista con Fox News, Trump evitó predecir si el país enfrentará una recesión este año, argumentando que su estrategia está “devolviendo la riqueza a Estados Unidos” y que los cambios económicos “llevan tiempo”. Sin embargo, su política arancelaria ha generado incertidumbre en los mercados y preocupación en el sector empresarial.
La semana pasada, la imposición de aranceles generalizados a Canadá, México y China sacudió Wall Street y generó duras críticas de varias industrias, incluidas las automotrices, que advirtieron sobre un impacto negativo en sus costos y operaciones. En respuesta, Canadá anunció aranceles de represalia sobre productos estadounidenses valorados en 20.500 millones de dólares, mientras que China impuso sus propias sanciones comerciales.
Pese a esto, Trump revocó repentinamente algunos de los aranceles del 25 % sobre exportaciones canadienses y mexicanas, aunque dejó claro que planea nuevas subidas en el futuro. Su gobierno también implementará esta semana un arancel del 25 % sobre el acero y el aluminio importado, además de los llamados “aranceles recíprocos”, que entrarían en vigor el 2 de abril para castigar a países con prácticas comerciales que, según él, “han estafado a Estados Unidos durante décadas”.
Según un reporte de The New York Times, el presidente defendió su postura asegurando que los líderes empresariales “tienen claridad” sobre sus medidas, aunque sus declaraciones contrastan con la incertidumbre del sector privado. Los economistas advierten que estas políticas podrían desacelerar aún más el crecimiento y desincentivar la inversión, intensificando una posible recesión.
La economía estadounidense ya muestra signos de desaceleración. El crecimiento se ha moderado, el mercado laboral se ha enfriado y la inflación, aunque menor que en 2022, sigue siendo un desafío. Las políticas de Trump, que incluyen además recortes en el gasto público y deportaciones masivas, podrían agravar este escenario.
Uno de los efectos más preocupantes de los aranceles es el aumento en los costos de bienes de consumo, lo que afectaría tanto a las empresas como a los hogares. Si los precios siguen subiendo mientras la actividad económica se enfría, el país podría enfrentar un fenómeno conocido como estanflación, una combinación de crecimiento estancado y alta inflación.
En este contexto, la Reserva Federal ha mantenido las tasas de interés entre el 4,25 % y el 4,5 %, sin señales de bajarlas en el corto plazo. Jerome Powell, su presidente, afirmó recientemente que no hay “prisa” por reducir las tasas, aunque reconoció que las políticas comerciales de Trump podrían complicar aún más el panorama económico.
De acuerdo con el mismo reporte, aunque el presidente insiste en que su estrategia traerá beneficios a largo plazo, los mercados y los analistas temen que la incertidumbre y las tensiones comerciales afecten la estabilidad financiera de Estados Unidos en los próximos meses.