Redacción Negocios Now
Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo en la disputa por la imposición de aranceles recíprocos, de tal forma que se reduce la mayoría de ellos y se declara una tregua de 90 días en lo que se identifica como un guerra comercial.
Después de un encuentro de alto nivel, que se desarrolló a mitad de mayo en Ginebra, Suiza, ambos países decidido recortar de manera sustancial los aranceles que se habían impuesto mutuamente. Los mercados bursátiles recibieron el anuncio con alzas significativas en las acciones.
Estados Unidos acordó reducir al 30% su tasa arancelaria del 145%, impuesta a los productos chinos el 2 de abril. Mientras que China rebajará su tasa sobre los productos estadounidenses de 125% al 10%, precisaron en una declaración conjunta.
El acuerdo entre las dos principales potencias económicas del mundo fue visto por los analistas como un paso atrás en un enfrentamiento que ha desestabilizado la economía global. En la práctica, aranceles tan altos equivalían a que los dos países boicotearan los productos del otro, interrumpiendo el comercio.
La administración Trump impuso aranceles a países de todo el mundo, sin embargo, su enfrentamiento con China ha sido el más intenso. Los impuestos de importación sobre productos chinos incluyen un 20% para presionar por un mejor trabajo en el freno al flujo del fentanilo hacia Estados Unidos.
El 125% restante implica una disputa que se remonta al primer mandato de Trump y se suma a los aranceles que impuso a China entonces, lo que significa que los gravámenes totales sobre algunos productos chinos pueden superar el 145%, según,7 datos de reportes periodísticos.
El intercambio comercial entre ambos asciende a $660,000 millones de dólares anuales, pero el país tiene un enorme déficit comercial al comprar a China tres veces más de lo que le vende, por lo que Trump ha acusado a esa nación de “estafar” a Estados Unidos mediante prácticas comerciales injustas.
A diferencia de otros socios comerciales de Estados Unidos, China respondió imponiendo aranceles en represalia y otras medidas no arancelarias que rápidamente se intensificaron en un vertiginoso enfrentamiento entre ambos
Las autoridades estadounidenses mantuvieron “conversaciones muy constructivas y positivas con nuestros homólogos chinos, que claramente llegaron a un acuerdo”, declaró el representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, en una rueda de prensa en Ginebra.
En tanto, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien también participó en las conversaciones, dijo que los aranceles habían supuesto “el equivalente a un embargo”, algo que ninguna de las partes quería. “Queremos un comercio más equilibrado, y creo que ambas partes se han comprometido a conseguirlo”, dijo.
Por su parte, el Ministerio de Comercio de China consideró el acuerdo un “paso importante” que “crea condiciones favorables para seguir reduciendo las diferencias y profundizar en la cooperación”, expresó en una declaración.
“Se espera que Estados Unidos se apoye en los cimientos de esta reunión, continúe trabajando en la misma dirección con China” y “corrija completamente sus prácticas arancelarias unilaterales”, precisa en su comunicado la nación asiática.