Redacción Negocios Now
Durante 2025, los llamados agentes de inteligencia artificial (IA) han sido uno de los temas más comentados en el mundo tecnológico, pero será en 2026 cuando su presencia se consolide en la vida cotidiana y en el entorno empresarial, marcando un antes y un después en la manera en que interactuamos con la tecnología.
A diferencia de los sistemas de IA generativa tradicionales —como los chatbots o herramientas que solo responden preguntas o generan contenido—, los agentes de IA tienen la capacidad de actuar por sí mismos, ejecutar tareas complejas de varios pasos, interactuar con sistemas externos y trabajar hacia objetivos a largo plazo con mínima intervención humana.
Algunos expertos señalan que este avance podría representar un paso más hacia la Inteligencia Artificial General (AGI), es decir, una IA con capacidades cognitivas comparables a las humanas: adaptable, autónoma y capaz de transferir aprendizajes de un contexto a otro.
Aunque esa meta aún parece lejana, lo cierto es que los agentes inteligentes prometen transformar la productividad y la gestión del tiempo en todos los ámbitos.
Nuevos colaboradores digitales
Una de las tendencias más relevantes es la colaboración entre agentes especializados. En lugar de una sola IA con funciones generales, los sistemas estarán compuestos por equipos de agentes autónomos, cada uno enfocado en una tarea específica, pero capaces de cooperar y compartir información.
Por ejemplo, una empresa de comercio electrónico podría tener un agente de inventario y compras, que trabaje junto a un agente de marketing para identificar la demanda de los consumidores, mientras un agente de gestión de proyectos coordina los objetivos estratégicos. Esta estructura “multiagente” promete mayor eficiencia y una automatización más inteligente.
Agentes domésticos y personales
En la vida diaria, los agentes inteligentes comenzarán a integrarse en las rutinas de las personas. Se habla de asistentes capaces no solo de elaborar listas de compras, sino de hacer los pedidos, coordinar entregas y gestionar electrodomésticos inteligentes.
También surgirán agentes de salud y bienestar, que ajustarán planes de ejercicio, dieta o descanso según las necesidades del usuario.
En otras palabras, 2026 podría ser el año en que estos sistemas pasen de ser una novedad tecnológica a convertirse en parte invisible del día a día, liberando a las personas de las tareas repetitivas y permitiéndoles enfocarse en actividades de mayor valor.
Reto para el marketing del futuro
El auge de los agentes también transformará el mundo del marketing y las ventas. Si las decisiones de compra comienzan a ser tomadas por sistemas automatizados, los métodos tradicionales de publicidad —emocionales, aspiracionales o basados en la influencia humana— perderán eficacia.
Las empresas deberán adaptarse para comunicar con máquinas, garantizando que los productos y servicios sean fácilmente interpretables por los algoritmos: desde descripciones claras y datos verificables, hasta señales de confianza como reseñas certificadas o reputación del dominio.