Si te preguntan seguro dirás que prefieres el lugar cerca de la ventana por comodidad. Sin embargo, los psicólogos aseguran que el asiento que se escoge en el avión revela mucho de la personalidad del usuario.
Algunos pasajeros prefieren la ventana, por la vista al exterior y la relativa privacidad de la pared de la cabina que sirve para apoyarse, mientras que otros priorizan la libertad del pasillo, que facilita levantarse, estirarse o dirigirse al baño sin molestar al usuario cercano.
Varios especialistas entrevistados por The Telegraph, coincidieron en que los pasajeros que prefieren el asiento de la ventana pueden ser más egoístas, mientras quienes prefieren el pasillo pueden ser más reservados.
“Los pasajeros que buscan el asiento de la ventana les gusta tener el control, tienden a adoptar una actitud egoísta hacia la vida, y a menudo son más irritables”, dijo la Dra. Becky Spelman, especialista entrevistada.
“Los pasajeros del pasillo son más sociables y más amables como personas. Tienen más probabilidades de ser viajeros inquietos y menos hábiles para dormir en aviones”, opinó por su parte la psicóloga conductual Jo Hemmings.
No obstante, la selección de asientos tiene que ver con más de un factor, según una encuesta realizada por Quartz en 2014, “cuanto más gente vuela, más prefieren el pasillo”. La preferencia por la ventana también disminuye en la medida que aumentan los ingresos del hogar, concluyó la muestra.
Sin embargo, y pese a los dos diagnósticos, la mayoría de los viajeros prefieren la ventana. The Telegraph asegura que pese al análisis serio de los especialistas, es común en las personas que prefieran ventanilla que pasillo.
Basta que le preguntes al azar a cualquier persona para obtener una respuesta predominante, dice.
