El mundialmente conocido Wrangler se dirige a los compradores que desean un creíble, y bien equipado todo terreno, sin mucha tecnología que alborote los sistemas, pero para el 2018, su máximo objetivo será ser más eficiente en combustible.
La automotriz hizo un gran número de cambios tanto en el peso y la aerodinámica, para lograr el objetivo de ser eficiente. Se sabe que mantendrá su eje trasero y su sólido frente y, tracción en las cuatro ruedas.
Jeep intentará eliminar el peso de alguno de sus componentes, manteniendo o mejorando su resistencia y durabilidad.
El Wrangler del 2016 gasta 17 millas por galón en ciudad y 21 mpg en la carretera, según la EPA, y el modelo nuevo piensa bajar ese gasto, aunque la automotriz no reveló el porcentaje de ahorro en el consumo de combustible.
Sabemos que no cambiará de motor, pero se cree que un motor diésel pueda llegar antes que el modelo del año 2022 salga a la venta, seguido por un híbrido, y se habla de una transmisión automática de ocho velocidades ZF para el nuevo modelo.
El Wrangler ha mantenido su popularidad durante los años gracias a su específico diseño, salido de su abuelo militar el legendario Willys.
Si Jeep puede preservar su autenticidad mientras aumenta el ahorro de combustible, no debería tener problemas para mantener sus cifras de ventas. El año pasado tuvo unas ventas de 202.000 unidades.
Desde 1987 hasta 1992 el Wrangler fue fabricado en Brampton, Ontario, Canadá, pero los nuevos modelos se fabrican en Toledo, Ohio. Para el modelo 2018, se espera que su precio empiece en los US$ 25.000.