Redadas de inmigración afectan a pequeños negocios

Muchas pequeñas empresas dependen de redes de trabajadores y clientes inmigrantes, por lo que su desaparición supone una amenaza existencial.

Redacción Negocios Now

Los Angeles.- Las recientes redadas de inmigración están afectando grandemente a los pequeños negocios, especialmente a aquellos que dependen de la fuerza laboral inmigrante y de comunidades vulnerables.

Grandes ciudades, como Los Ángeles, Chicago y Nueva York, por ejemplo, ya enfrentan una situación delicada tanto en el mercado laboral como en el sector empresarial, debido al clima de temor e incertidumbre que amenaza la economía local.

Los Angeles: mercados vacíos y pérdidas millonarias

En el mercado de productos frescos del centro de Los Ángeles, donde miles de comerciantes hispanos, vendedores ambulantes y operadores de camiones de comida obtienen su mercancía, el impacto ha sido devastador.

Juan Ibarra, dueño de un local que vende frutas y verduras, relató a Reuters cómo sus ventas diarias cayeron de $2,000 a apenas $300 desde el inicio de las redadas de Immigration and Customs Enforcement (ICE). Esta situación no es aislada. Negocios de comida, talleres y comercios pequeños de toda la ciudad reportan caídas drásticas en sus ingresos.

O sea, el miedo ha paralizado a sectores completos. De un lado, empleados temerosos han dejado de acudir a sus trabajos; del otro, pequeños empresarios temen abrir sus negocios. Como consecuencia a la vista, la Asociación de Pequeñas Empresas de California estima que las redadas podrían costar cientos de millones de dólares a la economía del estado, si se prolongan.

Datos clave en Los Ángeles:

  • El 33 % de la fuerza laboral de California es inmigrante.

  • El 40 % de los emprendedores del estado son de origen extranjero.

  • Las ventas de pequeños comerciantes en el mercado central han caído hasta un 85 %.

  • Muchos pequeños negocios reportan pérdidas diarias de cientos o miles de dólares.

Chicago y Nueva York: miedo y cierre de negocios

Chicago, con su significativa población inmigrante en vecindarios como Pilsen y Little Village, vive una realidad similar. En negocios de la famosa Calle 26, por ejemplo, hay cantidad de carteles de “For Rent” o “Leasing”, lo que conlleva a pensar que sus dueños ya no pueden sostener los gastos básicos debido a la caída de ingresos.

O dicho de otro modo: este es un indicio visible de que el tejido económico del barrio se está deteriorando; que la crisis no es aislada, sino generalizada, y que podría sobrevenir un efecto dominó: menos negocios abiertos e impacto impacto negativo en proveedores, transportistas, consumidores y otros sectores relacionados.

Todo sea dicho: los restaurantes son los que más están sufriendo, así como las panaderías y las tiendas de abarrotes. De acuerdo con la Illinois Hispanic Chamber of Commerce, estos establecimientos se han visto forzados a reducir su personal o han cerrado temporalmente por falta de trabajadores y clientes. “El impacto es inmediato: menos ventas, menos empleo, más incertidumbre”, dijo su director ejecutivo en un comunicado.

Datos clave en Chicago:

  • Más del 50 % de los pequeños negocios en barrios de mayoría inmigrante reportan una caída en sus ventas semanales.

  • Restaurantes y tiendas informan de hasta un 60 % menos clientes diarios.

En Nueva York, especialmente en distritos como Queens y el Bronx, los pequeños negocios también enfrentan desafíos enormes. Según cifras del New York Immigration Coalition, tras los operativos recientes, más del 35 % de los pequeños comercios en zonas con alta concentración inmigrante reportaron disminución significativa en sus ingresos semanales. Todo indica que muchos trabajadores han optado por no salir de sus hogares para evitar encuentros con las autoridades migratorias.

Datos clave en Nueva York:

  • El 45 % de los trabajadores de la industria de restaurantes en la ciudad son inmigrantes.

  • En algunas áreas de Queens, las ventas diarias en pequeños comercios han caído un 40 %.

Consecuencias económicas 

El presidente del Migration Policy Institute, Andrew Selee, dijo a Reuters que el giro de las redadas hacia centros de trabajo y espacios públicos está dañando la economía estadounidense de forma tangible. “Cuanto más indiscriminada y amplia es la aplicación de la ley migratoria, mayor es la disrupción económica”, afirmó.

La Casa Blanca, sin embargo, sostiene que los disturbios y las protestas —y no las redadas— son los que dañan a los pequeños negocios. Esta visión contrasta con el consenso de expertos económicos, que destacan el papel crucial de la población inmigrante en sectores como la agricultura, la hostelería, el comercio y la construcción.

Futuro incierto para pequeños negocios

Analistas consideran que las redadas han generado un entorno de desconfianza y ansiedad que desalienta el consumo y la inversión en barrios de alta diversidad cultural. Muchos pequeños negocios dependen de redes informales de trabajadores y clientes inmigrantes, por lo que su desaparición o retraimiento supone una amenaza existencial.

En conjunto, las medidas de inmigración están impactando no sólo a quienes carecen de documentos, sino también a la economía de base de las ciudades más grandes del país. Sin un cambio de rumbo, el efecto dominó podría traducirse en quiebras, pérdida de empleo y debilitamiento de la economía local, afectando el tejido social y económico que durante décadas ha sido motor de crecimiento e innovación.