Search

Recortes amenazan la salud de 13 millones de desplazados

La crisis de financiación humanitaria se agravó por la disminución del gasto sanitario en países de acogida, lo que afecta el alcance de programas de salud.
Facebook
Twitter
LinkedIn

Redacción Negocios Now

Los recortes a la ayuda financiera estadunidense en el extranjero amenazan la salud de 12,8 millones de personas desplazadas en todo el mundo, incluidos 6,3 millones de niños, que en 2025 podrían quedarse sin intervenciones médicas, alertó la agencia de la ONU para los refugiados.

En un comunicado, el Dr. Allen Maina, Jefe de Salud Pública del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), afirmó que grupos de personas desplazadas por la fuerza están en riesgo, como los rohinyá en Bangladesh, sudaneses en Egipto y congoleños en Burundi, entre otros.

“Cada día que persista la incertidumbre financiera aumentará el impacto en las vidas de millones de hombres, mujeres y niños que han huido de sus hogares en busca de seguridad”, dijo. En enero, Estados Unidos suspendió la asistencia internacional a grupos vulnerables de desplazados y refugiados.

La actual crisis de financiación humanitaria se agravó debido a la disminución del gasto sanitario en los países de acogida, lo que ya afecta el alcance y la calidad de los programas de salud pública para los refugiados y las comunidades de acogida, interrumpiendo el acceso a servicios esenciales, indicó.

El Dr. Maina advirtió del riesgo que crece, por la ausencia de fondos, de brotes de enfermedades, desnutrición, padecimientos crónicos sin tratamiento y problemas de salud mental; así como dificultades para que los desplazados accedan a servicios públicos ya saturados, desbordando clínicas y hospitales locales.

La reducción de la financiación podría revertir el progreso en las respuestas al VIH en entornos humanitarios, traer brotes de enfermedades infecciosas como el cólera, la disentería, la hepatitis y la malaria, amenazando a grandes poblaciones, con consecuencias mortales, dijo.

El presupuesto de salud del ACNUR para 2025 se recortó en un 87 % en comparación con 2024, lo que ha provocado graves consecuencias inmediatas. Los centros de salud ya están desbordados y enfrentan una grave escasez de personal y suministros médicos, explicó el jefe de salud de la ACNUR.

“Los medicamentos esenciales se están agotando y las derivaciones a atención médica secundaria ya no están garantizadas. La interrupción del suministro de agua ha provocado casos de cólera, lo que indica la amenaza inminente de brotes de enfermedades infecciosas”, expuso.

Se prevé que las consecuencias de los recortes de financiación sean devastadoras para la salud, colocando a más de 520,000 refugiados en mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas y morir, reiteró.