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Que tu experiencia en un museo no sea la llamada de atención

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Un silbido o un chasquido de dedos dentro de un museo puede ser una llamada de atención por tus modales no propios en el sitio, como acercarte demasiado a una obra, tocar o caminar donde no debes.

Cuando visites museos en otros países recuerda que los guardias están estacionados en las salas por alguna razón, y que es necesario seguir reglas sencillas sobre cómo comportarte, además de cortesías comunes no dichas, indica la revista de viajes Travel + Leisure.

Estas políticas no escritas, que tal vez piensas que son obvias, serán cada vez más evidentes para ti en cada visita que hagas a un museo, especialmente cuando otros visitantes rompan las reglas.

No te desanimes por ciertas prohibiciones, solo debes estar consciente que el espacio del museo no es un centro comercial o un área de juegos. Ten en cuenta que curadores, educadores de museos y voluntarios pasan incontables horas persuadiendo al público para que entre por sus puertas.

Pero ten en cuenta que todos los museos, sean de arte o interactivos, tienen reglas para que los visitantes logren la mejor experiencia posible, y por eso hay gente detrás de los museos que se preocupa por los espacios.

Los museos están dedicados al público, y han pasado siglos preservando y perfeccionando la historia para que el público pueda acceder al conocimiento a través de exposiciones, pero también tienen su propia historia, interesante y en constante evolución, concluye la revista especializada.