Redacción Negocios Now
Miles de personas se manifestaron el sábado 5 de abril en ciudades de Estados Unidos y del mundo en el marco de las protestas nacionales “Hands Off!”, una movilización masiva contra las acciones del presidente Donald Trump y su polémico director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), el CEO de Tesla, Elon Musk.
Desde el inicio del segundo mandato de Trump, la Administración ha enfocado sus esfuerzos en lo que llama una estrategia para “reducir el despilfarro gubernamental”, lo que en la práctica se ha traducido en despidos masivos en agencias federales y la cancelación de contratos. Una de las medidas más alarmantes, según los manifestantes, ha sido el intento de desmantelar el Departamento de Educación. En Atlanta, un niño sostenía un cartel que decía: “Manos fuera de mi educación”.
En Los Ángeles, las protestas comenzaron por la tarde en Pershing Square y continuaron con una marcha hacia el Ayuntamiento, culminando en un mitin al atardecer que llenó las calles y el cercano Grand Park. Se estima que solo en esa ciudad la multitud alcanzó decenas de miles de personas. A nivel nacional, más de 500,000 personas confirmaron su participación en alguna de las 1,200 manifestaciones organizadas por coaliciones como Hands Off!, Indivisible, MoveOn y otros grupos progresistas.
Washington D.C. fue uno de los epicentros de las protestas. Miles de manifestantes tomaron el National Mall con pancartas como “Dejen de destruir Estados Unidos” y “Los empleos federales importan”. Muchos eran trabajadores públicos afectados por los recortes impulsados por Musk desde su puesto en el DOGE, una entidad que ha ejecutado despidos masivos con el objetivo de reducir el alcance del Gobierno federal. La consigna más escuchada fue: “¡Hey hey, ho ho, Musk y Trump deben irse!”.
Las protestas, en general pacíficas pero cargadas de indignación, reunieron una amplia gama de reclamos. Entre ellos se encontraban la defensa de los derechos LGBTQ+, los derechos de los inmigrantes, el acceso a la educación, el cambio climático, y el rechazo a los recortes de programas sociales y de salud pública. Los organizadores exigieron el fin de lo que califican como una “toma de poder por parte de multimillonarios” dentro de la Administración Trump.
En ciudades como San Francisco, Nueva York, Boston, Atlanta y otras decenas de localidades, se vivieron manifestaciones similares. En el condado de Sonoma, activistas cantaban canciones de protesta de Woody Guthrie, mientras que en Huntington Beach, bastión conservador de California, los manifestantes opacaron a un pequeño grupo de partidarios de Trump con tambores y cánticos.
La indignación también creció tras el anuncio de nuevos aranceles a las importaciones de todos los países, lo que provocó una fuerte caída en los mercados y encendió temores de una recesión inminente en EE. UU. A esto se sumó la decisión de la Casa Blanca de cancelar una propuesta heredada de la Administración Biden, que buscaba ampliar el acceso a medicamentos contra la obesidad a millones de beneficiarios de Medicaid y Medicare.
La respuesta del Gobierno no se hizo esperar. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró a USA Today: “Cualquiera que piense que las protestas, demandas o maniobras legales disuadirán al presidente Trump debe haber vivido bajo una roca los últimos años. El presidente no se desviará de su compromiso de hacer más eficiente el Gobierno federal y más responsable ante los contribuyentes que lo reeligieron de forma abrumadora”.
En una declaración a la The Associated Press, el Gobierno añadió: “La postura del presidente Trump es clara: siempre protegerá el Seguro Social, Medicare y Medicaid para los beneficiarios elegibles. En cambio, los demócratas buscan extender esos beneficios a inmigrantes ilegales, lo que llevaría a la bancarrota estos programas y afectaría gravemente a los adultos mayores estadounidenses”.
Como medida de seguridad, la Casa Blanca pospuso los tradicionales recorridos primaverales por los jardines presidenciales, citando “una abundancia de precaución y la necesidad de proteger a quienes se encuentren cerca de las manifestaciones previstas en la zona”.