Pequeños negocios exigen reforma a comisiones por uso de tarjetas de crédito

Solo en 2023, estas comisiones alcanzaron 187.200 millones de dólares, convirtiéndose en el segundo mayor gasto operativo para los comerciantes.

Redacción Negocios Now

Mientras los comerciantes continúan presionando al Congreso para que actúe frente al aumento descontrolado de las comisiones por transacciones con tarjetas de crédito —conocidas como swipe fees—, las pequeñas empresas están siendo las más afectadas por este sistema que encarece casi todos los productos que los consumidores compran, según un reporte de Small Business Xchange.

Propietarios de pequeñas empresas de todo el país han acudido a reuniones comunitarias, volado a Washington, testificado ante el Congreso, y enviado cartas, llamadas y correos electrónicos a legisladores. Su mensaje es contundente: estas comisiones ocultas los afectan desproporcionadamente, pues impiden contratar personal, limitan el crecimiento, dificultan mantener precios bajos e incluso amenazan con cerrar negocios.

Visa, Mastercard y los grandes bancos emisores de tarjetas cobran entre un 2 y un 4 % del valor de cada transacción con tarjeta de crédito. Solo en 2023, estas comisiones alcanzaron un récord de 187.200 millones de dólares, convirtiéndose en el segundo mayor gasto operativo para la mayoría de los comerciantes, después de la nómina. Estas tarifas encarecen los productos para el consumidor promedio en cerca de 1.200 dólares al año.

Un duopolio sin competencia

Visa y Mastercard controlan aproximadamente el 80 % del mercado, lo que les permite fijar las tarifas que todos los bancos deben cobrar por transacciones, sin competencia real.

Las reglas que imponen hacen que los bancos cobren a los comerciantes exactamente la misma tarifa por una tarjeta del mismo tipo, sin importar qué banco la emita. Esto elimina la posibilidad de competencia entre bancos por ofrecer mejores condiciones a los comerciantes.

Las pequeñas empresas pagan más que las grandes

Aunque todos los comercios pagan estas comisiones, las pequeñas empresas asumen las tarifas más altas, incluso el doble que las grandes cadenas. Esto no se debe a un servicio diferente: todos los negocios, grandes o pequeños, deben costear su propio equipo de pago y reciben el mismo servicio por transacción.

Visa y Mastercard han estructurado un sistema que penaliza directamente a las pequeñas empresas, con el único objetivo de maximizar sus ingresos.

La Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito

Desde hace tres años, el Congreso analiza la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito (Credit Card Competition Act, CCCA), un proyecto bipartidista que obligaría a los principales bancos —aquellos con más de 100 mil millones en activos— a ofrecer una red alternativa a Visa y Mastercard para procesar pagos.

Redes como Star, NYCE, Pulse y Shazam, con experiencia en procesar transacciones de débito y cajeros automáticos, podrían hacerlo por un costo menor y con un índice de fraude ocho veces menor al de las redes dominantes.

Esta medida introduciría competencia real en el sistema, reduciendo tarifas y mejorando el servicio. Se estima que podría ahorrar 17.000 millones de dólares anuales a comercios y consumidores, algo crucial para los pequeños negocios.

El 92 % de los miembros de la Federación Nacional de Negocios Independientes (NFIB) apoya la libertad de elegir qué red procesa sus pagos.

Una lucha por la supervivencia

De acuerdo con el mismo reporte, Visa y Mastercard operan con márgenes de ganancia del 50 %. Las pequeñas empresas, por el contrario, enfrentan comisiones más altas y menor capacidad de negociación, lo que las pone en desventaja constante frente a las grandes corporaciones.