Redacción Negocios Now
En junio, el Índice de Sentimiento del Consumidor de la Universidad de Michigan registró su primera mejora en seis meses: subió de 52.2 en mayo a 60.5, un alza del 16 % . Aunque aún se encuentra aproximadamente 18 % por debajo del nivel de diciembre de 2024, este repunte sugiere que los consumidores comienzan a recuperar confianza tras el impacto de las tensiones comerciales y los temores inflacionarios.
¿Qué impulsó esta mejora?
Varias señales alentadoras ayudaron a revertir el ánimo:
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Pausa en los aranceles y precios estables: Tras una tregua temporal en la guerra comercial con China y la postergación de aranceles adicionales a Europa, los consumidores percibieron menos riesgo inflacionario inmediato.
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Expectativas de inflación a la baja: Las proyecciones de inflación a un año cayeron de 6.6 % en mayo a 5.1 % en junio, mientras que las a largo plazo se redujeron a un 4.1 %, ambos niveles más bajos en tres meses. Joanne Hsu, directora del estudio, comentó que “los consumidores parecen haberse asentado” tras el sobresalto causado por los altos aranceles de abril, aunque advirtió que aún enfrentan “riesgos económicos de gran alcance”.
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Mejoras en las condiciones actuales y expectativas futuras: El componente de condiciones actuales del índice aumentó a 63.7, mientras que las expectativas subieron a 58.4, una clara señal de optimismo reemergente.
Factores externos y advertencias
A pesar del repunte, persisten múltiples preocupaciones:
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Tensiones geopolíticas y alza en los precios del petróleo: Los conflictos en Medio Oriente —especialmente entre Israel e Irán— generaron incertidumbre global, impulsando los precios del petróleo y presionando la inflación.
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Consumo ajustado: Los hogares continúan ajustando sus gastos: las ventas minoristas en mayo crecieron moderadamente (0.2 % mensual y 4.2 % interanual), aunque con fuertes variaciones sectoriales (aumentó el gasto en productos digitales, disminuyó en suministros de jardinería).
Reacción del mercado y de la Fed
El alza en el índice contribuyó a la recuperación parcial de los mercados financieros tras una reacción negativa en abril por los aranceles . No obstante, el dólar sigue fuerte y los títulos del Tesoro se mantienen elevados, en medio de preocupaciones sobre el déficit fiscal, el crecimiento y los efectos perdurables de la guerra comercial .
En este contexto, la Reserva Federal inició su reunión de junio en un entorno complejo: elevada volatilidad política y geopolítica, pero la inflación moderada brindaría espacio para mantener las tasas en 4.25–4.50 %, según reportó Reuters. El banco central espera más claridad sobre cómo la política comercial y los conflictos internacionales influirán en la economía antes de decidir futuros recortes.
¿Qué significa para el consumidor?
Aunque el informe muestra un claro vuelco en la percepción del consumidor —quien ahora se siente menos presionado por la inflación y la política arancelaria—, la calma podría ser temporal. Según dijo a Reuters Eugenio Alemán, economista de Raymond James, “la mejora puede ser breve si continúan los riesgos geopolíticos y la subida del petróleo.
Elizabeth Renter, economista de MarketWatch, añadió que la volatilidad política bajo la presidencia de Trump “puede seguir oscureciendo el horizonte económico”. Esto sugiere que, aunque más consumidores están dispuestos a hacer compras grandes, mantienen cautela ante decisiones importantes como bienes raíces o autos.