El martes 31 de marzo el presidente Donald Trump advirtió que las siguientes dos semanas serían difíciles en el brote de coronavirus que padece Estados Unidos, aunque se resistió a establecer una orden nacional de permanencia en el hogar, dejando la decisión a los estados.

Illinois fue uno de los primeros en establecer el “quédate en casa”, desde el 13 de marzo, y muchos otros siguieron el ejemplo, menos Iowa, Nebraska y Georgia, donde solo algunas ciudades mantienen la medida. Los estados que tienen orden de distanciamiento social prolongaron al 30 de abril esta acción para alinearse con el gobierno federal, excepto Virginia, que la  seguirá hasta el 10 de junio.

El gobernador J.B. Pritzker anunció que Illinois será el primer estado en recibir pruebas COVID-19 rápidas, que toman de cinco a 15 minutos cada una en comparación con las actuales de cuatro a seis horas. Las pruebas se fabrican en el estado por los laboratorios Abbott, pero sólo un pequeño número está disponible actualmente.

El estado lanzó una nueva campaña mediática para exhortar a los habitantes a quedarse en casa tanto como sea posible,   llamada “All In Illinois”. Mientras, funcionarios estatales y municipales continúan invitando a cualquier persona con experiencia en atención médica, incluyendo recién graduados, profesionales de salud mental y jubilados, a inscribirse en un sistema de alerta de emergencia.

En Chicago, la policía aún enfrenta multitudes en los parques a lo largo de la orilla del lago, por residentes que insisten en desobedecer la orden de quedarse en casa. La alcaldesa Lori Lightfoot dispuso cerrar el sendero frente al lago de la ciudad, junto a parques y playas, el 606, el Riverwalk, y se prohíben los deportes de contacto.

En tanto, las Escuelas Públicas de Chicago informaron  a  sus estudiantes que también pueden obtener desayuno y almuerzo gratis en las vacaciones de primavera programadas en el distrito. Y se anunció un fondo de ayuda con más de $ 4 millones para otorgar subsidios únicos de $ 1,500 a los artistas y trabajadores de la industria del entretenimiento que se encuentren en necesidad durante el brote.

Macy’s dejará sin empleo a la mayoría de sus 130,000 trabajadores debido al plan del minorista de integrar una fuerza de trabajo mínima necesaria para mantener las operaciones básicas. En tanto, United Airlines garantizó que no habrá recortes laborales o salariales hasta el 30 de septiembre, a pesar de la reducción de vuelos que sigue aplicando debido al coronavirus.