Los orígenes nacionales de los inmigrantes recién llegados a Estados Unidos han cambiado, por lo que ahora proceden en su mayoría de Asia, América Central y África, y menos de México, concluye una investigación de Migration Policy Institute.
El análisis también muestra que los nuevos inmigrantes tienden a tener un mayor nivel educativo que aquellos que llegaron en períodos anteriores, saben inglés, se emplean en los servicios, y son más propensos a naturalizarse estadounidenses.
Entre 2010 y 2017, los nacidos en el extranjero radicados en Estados Unidos aumentaron en 4.6 millones (11%) en gran parte por la llegada de inmigrantes de la India y China. Además, un mayor número procedente del Caribe (República Dominicana, Cuba y Haití); América Central (El Salvador, Honduras y Guatemala); América del Sur (Venezuela, Colombia y Brasil); Asia (Filipinas, Vietnam y Bangladesh); y África (Nigeria).

En tanto, hay 441,000 mexicanos menos en los Estados Unidos hoy que en 2010, la mayor disminución registrada de todos los grupos de inmigrantes. “Estos cambios tendrán un impacto significativo en la demografía y los futuros resultados de integración de la población inmigrante del país”, indica el estudio en un reporte reciente.
Los inmigrantes de estos grupos de alto crecimiento contribuyen a diferentes segmentos de la economía. Por ejemplo, más de la mitad de los inmigrantes de China / Hong Kong, Nigeria e India estaban empleados en 2017 en ocupaciones de administración, negocios, ciencia y arte.
Aproximadamente un tercio de los inmigrantes de El Salvador, Guatemala y Vietnam estaban en ocupaciones de servicio. Los guatemaltecos y los hondureños tenían más del doble de probabilidades de estar en recursos naturales, construcción y ocupaciones de mantenimiento.
