Redacción Negocios Now
Si las oportunidades de compra de vivienda para las familias latinas mejoraran, todo el mercado inmobiliario se beneficiaría, asegura un análisis del Urban Institute. En la actualidad, Estados Unidos tiene más de 18,8 millones de hogares latinos, cifra que aumentará a casi 26 millones para 2040, según proyecciones.
En 15 años, más de la mitad de todos los nuevos hogares creados serán latinos, sin embargo, las tendencias no registran el mismo ritmo, asegura el informe. La tasa de propiedad de vivienda de los latinos sigue siendo un 20 % inferior a la de los hogares blancos.
“Sin cambios importantes en las políticas, incluso, las proyecciones más generosas predicen que esa brecha persistirá durante las próximas décadas”, dice. Y de seguir el mismo camino, el país tendrá una disminución en las tasas generales de propiedad de vivienda y disparidades de riqueza racial.
“Las consecuencias de políticas invariables de propiedad han sofocado el crecimiento económico para todos”, dice. “El mercado inmobiliario registra ya problemas. El país está en medio de una grave crisis de vivienda asequible, faltan entre 1,5 y 5,5 millones de unidades para acomodar a toda la población”.
Las mayores barreras en el mercado inmobiliario impiden a las comunidades latinas comprar una casa, con aumentos de precios que superan ampliamente el incremento de ingresos, las viviendas disponibles son inasequibles, y obstaculizan las oportunidades de creación de riqueza a esos hogares, precisa.
Además, el cambio climático también ha hecho que la propiedad de una vivienda sea más riesgosa y costosa: millones de viviendas deben actualizarse para que sean resistentes a las tormentas, las inundaciones e incluso el frío y el calor extremos.
Estos problemas afectan especialmente a los hogares latinos, ya que se concentran en mercados inmobiliarios de alto costo con poco inventario, así como en condados que se consideran de alto riesgo de inundaciones, y es menos probable que reciban ayuda federal, recursos de preparación y socorro ante desastres.
“Los responsables de las políticas deben trabajar en la mejoría de la resiliencia climática, así como la asequibilidad y oferta de vivienda, a fin de evitar un estancamiento de la economía y dar a los hogares latinos los recursos que necesitan para poseer una vivienda”, recomienda el análisis de UI.
Esto implica impulsar la resiliencia climática, reducir los precios de las viviendas y aumentar su oferta; el apoyo a programas específicos, como asistencia para el pago inicial y cuentas de ahorro libres de impuestos, y facilitar la declaración de ingresos por cuenta propia en solicitudes de hipotecas.
Además, actualizar el sistema de calificación crediticia para incorporar pagos mensuales, como el alquiler, facturas telefónicas y de servicios públicos, podría aumentar calificaciones de hogares latinos y otros prestatarios, mejorando oportunidades de comprar una vivienda sin aumentar el riesgo de los prestamistas.
“Fomentar la propiedad de vivienda entre los latinos podría beneficiar a todo el mercado. La creación de políticas que puedan mejorar las perspectivas de propiedad de vivienda para los latinos también reduciría las barreras que enfrentan actualmente todos los compradores potenciales”, concluye.