Por Migdalis Pérez
Max Rivera, miembro del equipo que lidera las asociaciones corporativas más grandes de Snap desde Nueva York, ha contribuido con más de $800 millones de dólares en ingresos globales anuales al monetizar tecnologías emergentes, como la realidad aumentada y la inteligencia artificial.
De origen hondureño, el Máster en Artes, Publicidad y Comunicaciones de Marketing Global por el Emerson College, de Boston, Massachusetts, se unió a Snapchat en una etapa temprana y lanzó la práctica de expansión internacional antes de la Oferta Pública Inicial (IPO, por sus siglas en inglés) de la empresa.
Como parte de su trabajo, ha desempeñado diversos cargos, liderando equipos globales y lanzando nuevos mercados en América Latina, Europa, Medio Oriente y África. Y al margen de sus responsabilidades laborales, ha apoyado y asesorado a fundadores e innovadores sub-representados.
Con él conversamos a propósito de nuestro especial “Latinos in Technology”. Esto fue lo que nos dijo.
NN: Cuéntanos un poco sobre tus comienzos en Snap.
MR: Me uní a Snap hace unos ocho años, cuando aún era una empresa privada que comenzaba a desarrollar su negocio de publicidad y se preparaba para una IPO.
Si bien era una startup en auge en ese momento, tomé el riesgo de dejar un trabajo exitoso en publicidad, porque vi el potencial de revolucionar la industria de la publicidad en las redes sociales con la tecnología de realidad aumentada de Snapchat. Realmente, estaba emocionado de ayudar a construir ese futuro.
En mi primer puesto en la empresa, tuve la oportunidad de encabezar su expansión a América Latina, lo que me abrió los ojos al increíble potencial de la región y a cómo las nuevas empresas tecnológicas estadounidenses pueden operar en la zona.
NN: ¿Cómo defines a Snap y cuál es su valor agregado?
MR: Snap Inc. es una empresa de tecnología centrada en aprovechar la cámara para mejorar la forma en que las personas viven y se comunican. Snapchat no es una red social. Nunca lo fue. De hecho, fue creada como un antídoto contra las redes sociales.
Snapchat se abre directamente a la cámara, y no con una fuente de contenido, para que podamos compartir nuestra perspectiva fácilmente con quienes más nos importan: las personas de las que somos amigos en la vida real; aquellas con las que nos sentimos cómodos compartiendo toda nuestra gama de emociones (los altibajos, lo bueno y lo malo) sin la presión de publicar lo perfecto.
NN: ¿Qué opinas sobre la inclusión del talento latino en tecnología?
MR: Más importante de lo que pienso es lo que sé. Sólo el 10 % de los trabajadores tecnológicos son latinos y sólo el 6 % desempeñan funciones técnicas. En gestión, sólo el 5 % de los puestos de liderazgo ejecutivo y el 3 % de los miembros de las juntas directivas de las empresas de tecnología están ocupados por talentos latinos, según informó la Fundación Kapor este año.
Ese informe también destacó que sólo el 6 % de todos los profesionales de inversión de capital de riesgo son hispanos, y el año pasado, el capital destinado a empresarios de esta comunidad cayó del 3 % al 1,3 % en todas las inversiones de riesgo en Estados Unidos.
Al mismo tiempo, desde el punto de vista del consumidor, los latinos son los mayores impulsores del desarrollo económico, y del Producto Interno Bruto más grande y de más rápido crecimiento a nivel mundial.
Creo que necesitamos hacer mucho más en lo que respecta al talento, incluido el tecnológico. Por mi parte, espero poder compartir mi viaje e historia con otros para ayudar a desmitificar el acceso de los latinos a esta industria.
NN: ¿Cuál es entonces el principal reto al que se enfrentan los hispanos para destacar en este sector?
MR: La falta de representación conlleva muchos desafíos. Uno de ellos, específicamente para destacar, es la inclinación natural a cambiar nuestro comportamiento y nuestras normas para encajar. Es fácil moldar un comportamiento de acuerdo a quién uno ve que tiene éxito en el campo, lo que estadísticamente hablando, a menudo, no será un latino. En ese proceso, es fácil perder de vista lo que te hace especial para empezar. De repente, te preguntas por qué no destacas y por qué has perdido tu sentido de autenticidad.
NN: ¿Qué planes tienes para los próximos cinco años?
MR: Crecer en mi posición dentro del ecosistema tecnológico y tener la capacidad de ejercer un impacto más grande en la industria. Asimismo, pienso seguir apoyando a la siguiente generación de emprendedores e innovadores, a medida que la próxima era de tecnología llegue al mercado.