Entre los robots que hablan, el más elocuente es la versión guía turística de Robohon de Sharp, creado en asociación con la agencia de viajes JTB. Desde el 22 de septiembre, este humanoide de bolsillo se puede alquilar en Kioto para que explique a los visitantes (en japonés, inglés o chino) la historia de esa antigua capital imperial.
Un modelo más útil es el robot HSR de Toyota, capaz de manipular objetos y de servir como medio de comunicación con el exterior gracias a su pantalla y su conexión internet. Este robot es utilizado para ayudar a las personas en casa, especialmente a los que tienen discapacidades físicas.
En cuanto a los robots industriales, desde hace décadas en las fábricas se ocupan como obreros y repartidores, cada vez con más avances y con una mayor capacidad de trabajar en equipo y con humanos.
Los sectores de la construcción y de los servicios tienen varias opciones, por ejemplo, el último androide HRP-5P está pensado para “trabajar en una obra, incluso solo”. Este robot de 182 cm y 101 kg puede manipular las mismas herramientas que el hombre, por lo que tiene forma similar a la de un humano (bípedo, con dos brazos, una cabeza).
En tanto, la empresa ZMP ofrece CarriRo, una especie de carrito autónomo repartidor, diseñado para circular sobre las aceras y dirigirse solo hacia una dirección programa en un radio de 2 km. El destinatario lo abre a su llegada mediante un código que ha recibido en su smartphone.
Otra empresa japonesa, Omron, ofrece un robot que se desplaza para tomar varios productos de las estanterías y ponerlos en las cestas, útil para trabajar en un almacén de una empresa de comercio en línea o realizar las compras en lugar de una persona en el supermercado.