La necesidad llevó a Imelda Hartley a vender tamales en la calle, para sacar adelante a sus hijos.
Tras soportar durante años el maltrato de su pareja, la mexicana decidió separarse y, con sus 11 hijos, comenzó una nueva vida en la que los tamales eran su sustento. Entre los 12 los preparaban y los vendían afuera de las lavanderías de Phoenix. “Hacíamos tamalitos entre todos, un niño me ponía las hojas, otro que le ponía esto, otro que los cerraba. Toda la familia participaba. Ganaba poquito, pero los sacaba adelante”, recordó Hartley en una entrevista con Negocios Now.
Así, en 2010 los tamales se convirtieron en su tabla de salvación, y marcaron el inicio de su aventura empresarial en Phoenix, que arrancó seis años más tarde y que bautizó como Imelda Happy Tamales. Tras adquirir los conocimientos empresariales necesarios y participar en el concurso “Véndeme Tu Sueño” de Univisión, Hartley decidió que era el momento de abrir su empresa.
“Comencé a tomar cursos de cómo ser empresaria”, relató la emprendedora, que asegura que uno de ellos realmente la motivó a incursionar en el mundo empresarial tras ser alentada por la organización SEED SPOT a tomarlo luego de presentarse en el certamen de televisión. “Aprendí qué es una empresa, entonces registré mi empresa, abrí una cuenta en el banco. Ahí supe que era ser empresaria”.
A partir de ese momento, la originaria de Culiacán, Sinaloa, afirma que cambió totalmente su modelo: “Ya no vendía afuera de lavanderías con todos mis niñitos, ahora vendía tamales para eventos, como banquetes y corporaciones, y así me salía mucho mejor”, contó Hartley.
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El hombre Happy Tamales nació -dice Hartley- porque su vida ahora es una de felicidad, tras haberse “empoderado”. “Mi vida antes era muy triste, más vivía por mis hijos. Ahora, cuando yo me empodero, termino ese ciclo y mi vida ahora es de felicidad. Por eso Imelda Happy Tamales”.
En la actualidad, a través de su sitio web, imeldahappytamales.com, la empresaria mexicana vende todo tipo de tamales: de cerdo, carne, cordero y pollo, así como los vegetarianos.
Y cada uno de ellos tiene un nombre único: Happy, Sweet Life, Hope, Harmony, Love o Heritage.
“Todos mis tamales tienen nombre de empoderamiento porque cada uno tiene una identidad propia”, manifestó la mexicana, quien llegó a Estados Unidos cuando tenía solo 13 años, tras cruzar la frontera sin darse cuenta mientras caminaba por un playa en busca de su hermano.
Hartley asegura que cuando tiene órdenes grandes, emplea a otras mujeres que ha pasado situaciones similares a ellas de violencia doméstica.
“Mi mayor sueño es poder construir una cocina donde todos los días podamos cocinar tamales, pero al mismo tiempo dar clases de chef, para todas las que quieren ser dueñas de restaurantes o ser chef, para que puedan aprender conmigo, e instruirlas sobre la importancia de comer saludable. También ahí mismo nuestras pequeñas oficinas y un cuarto para hacer ejercicios. Además mi sueño es tener una guardería, para que los padres tengan ese acercamiento con sus hijos”, manifestó la emprendedora, que también resalta la necesidad de reciclar todo lo que utilizan.
Tras su primer emprendimiento, Imelda Happy Tamales en 2016, Hartley abrió otras dos empresas: Hartley photography AZ y XOCO Mujeres Empresarias, que en nahuatl significa “mi pequeña hermana” y que nace con el propósito de brindarles empleos a las mujeres que salen de prisión. Marcelo Wheelock/Negocios Now