Redacción Negocios Now
Casi tres de cada cinco adultos, el 59 %, tienen una opinión negativa sobre las propinas en Estados Unidos, incluyendo a un 37 % que cree que las empresas deberían pagar mejor a sus empleados sin depender de la aportación extra del cliente, y a quienes aseguran, un 35 %, que esa costumbre está fuera de control, según Bankrate.
Una encuesta de la consultora en línea encontró también que un 34 % de los estadounidenses están molestos por las propinas incluidas con anticipación en las pantallas que encuentran en las cafeterías, los camiones de comida y otros lugares, y que el 14 % estaría dispuesto a pagar precios más altos para eliminarlas.
El 11 % no sabe a quién y cuánto dar propina. El 75 %, que en 2021 la otorgaba a meseros en un restaurante, descendió al 65 % este año; el 63 %, que lo hacía hace tres años con los estilistas y peluqueros, se redujo al 55 % en 2024; para los repartidores de comida, la proporción cayó del 59 % al 51 % en ese periodo.
El porcentaje de quienes dan propina a conductores de taxi/viaje compartido se redujo del 48 % al 41 %; a mucamas de hotel, del 28 % al 22 %, y a baristas de cafetería, del 23 % al 20 %. En 2024, sólo dan propina a los repartidores de muebles/electrodomésticos, al recoger comida para llevar y a las personas que realizan servicios a domicilio, el 15 %, el 11 % y el 10 %, respectivamente.
“Las propinas son un tema candente que no parece que vaya a desaparecer pronto”, dijo Ted Rossman, analista sénior de la industria de Bankrate. “Un número récord de empresas están solicitando propinas. Las propinas se han convertido en un impuesto oculto”.
La frecuencia de las propinas por servicios disminuyó en los últimos años. La generación Z, los millennials y, particularmente, los hombres se destacan por ser los que dan propinas con menos frecuencia en muchas categorías de servicios, mientras que generaciones mayores y mujeres lo hacen con más frecuencia.
En general, sólo el 37 % de los adultos dice que normalmente deja al menos un 20 % de propina en los restaurantes, y la probabilidad de hacerlo aumenta con la edad. El 17 % de los GZ y el 28 % de los millennials dan propina, al menos, en restaurantes, en comparación con el 41 %, de la GX, y el 52 %, de los baby boomers.
Las opiniones negativas sobre las propinas incrementan con la edad: el 72 % de los baby boomers y el 62 % de los Xs tienen una visión negativa sobre las propinas en comparación con el 51 % de los millennials y el 45 % de los Zs. Creer que la cultura de la propina se ha salido de control también aumenta con la edad.
“Pedir propinas puede ser una forma de aumentar los precios sin actuar como si estuvieran subiendo los precios. Las propinas son una especie de recargo que impone una mayor carga a los clientes, permitiendo a los trabajadores ganar más dinero sin que su empleador tenga que pagar la factura”, dijo Rossman
Casi dos tercios (64 %) de los encuestados dijeron que la cantidad que dan está más influenciada por la calidad del servicio, mientras que sólo el 10 % dijo que siempre da la misma propina, independientemente de la calidad del servicio, precisa el informe de la encuesta de Bankrate.
Más de un tercio, el 34 %, de los estadounidenses se siente molesto con las pantallas de propinas ingresadas previamente, el 25 % dice que da menos propinas o ninguna cuando se encuentra con una, frente a sólo el 14 % que da más propinas. Este tipo de pago previo molesta mucho más a los adultos que a los jóvenes.