Ningún segmento turístico se ha visto tan golpeado en su reputación como los cruceros, y hay quienes estiman que las repetidas notas sobre barcos que llevaban decenas de enfermos abordo y puertos de varios países que les negaban el permiso para desembarcar, puede convertirse en un dañino impacto irreversible.
No obstante, las tres grandes navieras mundiales, Carnival Corporation, Royal Caribbean, las estadounidenses propietarias de la gran mayoría de cruceros, y la europea Norwegian Cruise Line se preparan para volver a cruzar mares y ríos, aún cuando se han depreciado en Bolsa entre un 70 y un 80 por ciento en pocas semanas.
Además, los especialistas estiman que al segmento de población donde más éxito tienen los cruceros, los mayores de 60 años que son un tercio de su clientela, le costará volver a comprar este servicio y probablemente prefiera otras alternativas como los hoteles, indica un análisis de The Economist.
Las dos empresas estadounidenses han solicitado apoyo al gobierno de Trump, quien respondió favorablemente debido a que los cruceros cuentan con un mejor balance que, por ejemplo, las aerolíneas, aún cuando los especialistas estiman que al ser golpeados con mayor rudeza en comparación con otros negocios, les costará más recuperar la confianza de los clientes.
Por ejemplo, Carnival Corporation, propietaria de P&O Cruises, Costa Cruceros, Cunard, Princess Cruises y Holland America, pidió ayuda por $ 6 mil millones para sobrevivir a la crisis del coronavirus. Tiene previsto volver parcialmente a navegar en agosto con ocho de sus barcos, operando desde los puertos de Miami, Puerto Cañaveral y Galveston, dijo en un comunicado.
Una parte de ese dinero serán bonos que se emitirán y otra parte créditos bancarios, lo que se suma a los tres mil millones que ha pedido ya a la banca. Las acciones de Carnival, normalmente una empresa muy sólida, han caído un 75 por ciento desde el mes de febrero y se pagan ahora a 13 dólares.
El grupo ha suspendido todos sus cruceros, y no espera recuperar la normalidad hasta bien entrado el mes de mayo. La naviera informó a la autoridad bursátil americana que el COVID-19 tuvo y continua teniendo un efecto adverso en su situación financiera y operaciones, “lo cual afecta a nuestra capacidad de financiarnos, generando escasez de liquidez”.
En algunos buques de la compañía, como el Diamond Princess, Grand Princess, Zaandam, Costa Luminosa, Ruby Princess, Costa Magica y Costa Favolosa se protagonizaron sucesos de gran impacto mediático por la localización de contagios, la muerte de pasajeros y el rechazo en puertos a su petición de desembarco, según registros de prensa.
Un panorama similar atraviesa Royal Caribbean. En tanto, Norwegian Cruise Line Holdings, la tercera naviera más grande del mundo, informó a través de un comunicado que se encuentra al borde de la quiebra, debido a una deuda total por $6 mil millones y problemas de liquidez, por lo que está negociando una recomposición de los vencimientos de sus deudas, pero sin grandes expectativas. NN