Los Comales: sabor auténtico mexicano en Chicago

Además del menú tradicional, sus restaurantes ofrecen servicios de catering a grandes clientes, como Amazon, Google, Microsoft, Comcast y AT&T.
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Por Migdalis Pérez 

«Mi papá quería que esto quedara en familia», asegura, enfático, el vicepresidente de la cadena de taquerías Los Comales, Larry González, en referencia al legado de su padre, Camerino González (1939-2021), quien abrió su primer puesto de tacos auténticos mexicanos en La Villita, Chicago, hace más de 50 años.

Tras celebrar medio siglo de existencia, el empresario se regocija en el hecho de que, con su descendencia, ya está haciendo realidad el deseo del extinto patriarca, para quien la educación de sus hijos y nietos era fundamental, y la familia, el soporte desde donde avanzar.

«Mi papá puso la barra muy alta, reconoce Larry, por eso mi familia habla mucho de educación. Necesitamos educación para comunicar bien y tomar buenas decisiones». Graduado de Business Management and Accounting, el hijo menor de Camerino apunta en este sentido que su primogénito ya tiene un degree en Contabilidad.

«Tengo seis hijos, explica, entre ellos, [curiosamente], dos pares de gemelos. Un par de ellos ya me ayuda en el negocio, en las bodegas. Otro de mis hijos ya va a las taquerías. Mi papá quería eso, muchísimo. Definitivamente, ya tengo mi equipo listo para abrir más locales».

Dicen que los tacos de Los Comales son riquísimos. Si usted ha visitado cualquiera de sus 16 taquerías en Chicagoland (tres en Chicago; el resto, en los suburbios), es muy probable que piense justamente eso. Para Larry, sin embargo, no sólo se trata de tacos exquisitos: también se trata de «tacos con cultura». Tal como lo decidió su padre.

Desde el minuto uno en que Camerino decidió abrir el negocio en Estados Unidos, en 1973, supo que debía servir tacos típicos de la Ciudad de México. Tacos recién hechos. Comida auténtica. Menú respetuoso con la herencia mexicana que trajo consigo a la “tierra de las oportunidades”.

«El estilo del Distrito Federal (DF), puntualiza Larry. «Tacos con tortilla pequeña: uno, dos, tres más, señor,  con su salsita recién hecha, cilantro, cebolla, sal y limón. Para mí, remarca, ese es el taco perfecto».

A lo que agrega: «Mucha gente aún no conoce el taco chiquito del DF. Es como tener diferentes tipos de tacos: de res, pollo, cerdo, cecinas, cachetes… Todo eso se conoce muy bien en México; acá, ya se está sabiendo también. [La gente] no sólo pide carne asada. Cada cosa que traemos, subraya, tiene su propia historia».

De los tacos in situ al catering

Además del menú disponible en cada establecimiento, los restaurantes de Los Comales también ofrecen servicios de catering a grandes clientes, como Amazon, Google, Microsoft, Comcast y AT&T.

Según Larry, su hermana, Christina, es quien ha hecho posible ese logro. «Ella tiene mucha experiencia en hospitality, hace mucha publicidad, habla con compañías grandes, va a eventos cada semana y así consigue nuevos contactos».

Además, prosigue, «tenemos equipos a cargo de importantes festivales, como “Sueños” y “Taste of Chicago”. Tenemos cocina y poder para 5000 personas. Tenemos contratos con hospitales y podemos hacer muchas cosas, [incluso], cosas que no están en el menú. Si quieren algo específico, asegura, no hay ningún problema».

Pero eso no es todo. La cadena también dona comida a los refugiados alojados en la comisaría. «Hay muchos inmigrantes ahí por 10, 15 días. Nosotros empujamos a la ciudad para que les den permiso de trabajo. Ellos quieren trabajar».

A propósito de ayudar, Larry resalta esa otra misión de Los Comales. «Nosotros le damos chance a nuestra misma gente. Brindamos oportunidades a nuestro personal y a la gerencia, tal como lo hizo mi papá con nuestra familia de la primera generación».

En este sentido, ejemplifica: «Los dueños de los dos últimos locales que abrimos, trabajaron con nosotros. Son cocineros que saben cómo hacer todo el menú y a los que ayudamos con payroll, human resources, publicidad local y entrenamiento, mínimo, por tres meses».

Larry subraya también su agradecimiento a la comunidad hispana y a cualquier persona. En caso de necesitar alguna cosa, «comida, ayuda o conexiones, nosotros tratamos de hacer algo. Mi papá hizo muchas public relations, y toda la gente ve en nosotros no nada más “qué vas a hacer por nosotros”. No, es al revés: en qué le puedo ayudar. [Estoy] a sus órdenes. Esas son las primeras palabras que vamos a decir».

En cuanto a los planes de la cadena, adelanta que quieren seguir expandiendo el concepto en California, New York, New Jersey y Minnesota, tal como hubiera querido su padre. ¡Quién mejor que él para ser parte de quienes impulsen este crecimiento! Él, que nació casi al mismo tiempo que el negocio.

«Cuando mi papá abrió el primer Los Comales, concluye, yo estaba casi al nacer. Él empezó en septiembre de 1973, el año que, como solía decir, cambió su vida y la de nuestra familia para siempre».