A National Award-Winning Publication

La isla Mackinac, en Michigan

Facebook
Twitter
LinkedIn
En el lago Hurón, entre las dos penínsulas del estado de Michigan, se encuentra la isla Mackinac, un escondite secreto con encantos propios, que tiene un tesoro natural y otro arquitectónico, este último producto de la presencia de los británicos en el siglo XVIII.
              
Aunque existe un pequeño aeropuerto en la isla, la mayoría de los visitantes y mercancías llegan a ella en barco, y hay un servicio de transbordador desde las ciudades de St. Ignace y Mackinaw City, que ofrece un viaje con duración aproximada de 18 minutos.
 
La isla, conocida como la “joya de los Grandes Lagos”, ocupa cuatro millas cuadradas donde están prohibidos los autos y las cadenas de hoteles. El transporte es por medio de caballos y bicicletas, y el atractivo principal una combinación de la arquitectura histórica, la naturaleza intacta y la próspera vida nocturna.
 
Además, existe una gran cantidad de dulcerías y tiendas de recuerdos por la calle principal del pueblo, y para los visitantes que quieren alojarse en la isla hay varios hoteles y casas de huéspedes.
 
Una visita al Parque Estatal de Mackinac Island, que constituye aproximadamente el 80 por ciento de la isla, brinda la oportunidad de explorar los edificios históricos de fortalezas, seguir el Sendero de Historia Cultural de los Nativos Americanos o caminar por el bosque de cuevas de piedra caliza.
 
Los hoteles que funcionan son de propiedad y operación independiente, el más lujoso, El Grand Hotel, tiene un precio por noche de 329 dólares, pero también cuenta con varias opciones de bed and breakfast en toda la isla.
 
Como atractivos adicionales se encuentra Pictured Rocks National Lakeshore en la costa sur del Lago Superior para disfrutar de un paisaje aún más increíble de Michigan. Allí, se puede remar a través del Lovers Leap Arch o tomar un crucero al atardecer por las rocas del Acorazado.
 
En junio la Isla Mackinac es la sede del Festival Lila de 10 días, una tradicional anual desde 1949 que culmina en El Gran Desfile. Antes de despedirse de la isla, se recomienda comprar una caja de Mackinac Island Fudge, un dulce que es una de las exportaciones más famosas de la isla.