La inflación finalmente dio un respiro. Los estadounidense recibieron un ligero alivio luego de que en junio alcanzara la tasa más alta en cuatro décadas.
La inflación se colocó en el 8.5 por ciento en julio, seis décimas menos que el 9.1 por ciento del mes anterior, gracias en gran parte el descenso de los precios de los combustibles.
CPI for all items unchanged in July as fall in gasoline offsets shelter, food increases https://t.co/MdFNWoD78N #CPI #BLSdata
— BLS-Labor Statistics (@BLS_gov) August 10, 2022
Los datos fueron publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Transporte de Trabajo.
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La bajada interanual se produce después de que el índice de precios al consumidor global del mes quedara en cero. Ello, indica el reporte, debido especialmente por la caída de los precios de la gasolina, que fue del 7.7 por ciento en julio.
Los nuevos datos suponen un ligero alivio para la economía estadounidense, que el mes pasado entró en lo que algunos economistas califican como recesión técnica, al encadenar dos trimestres seguidos de caídas del Producto Interno Bruto (PIB).
El presidente Joe Biden aplaudió la bajada de la tasa de inflación, aunque agregó que el trabajo de su administración para contener los precios “está lejos de acabar”. Con información de EFE
