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La difícil ruta de las aerolíneas por el COVID-19

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Las aerolíneas de todo el mundo enfrentan una difícil situación por la cancelación obligada de muchas de sus rutas a causa de la expansión del coronavirus, y las disposiciones de los gobiernos para enfrentar las consecuencias del brote.

Inicialmente, las empresas suspendieron paulatinamente el servicio a China, empujadas por las advertencias de la Organización Mundial de la Salud sobre el foco principal de contagio. La cancelación de rutas creció con la expansión del virus hacia otros países, y la decisión del presidente Trump de prohibir los viajes entre Estados Unidos y Europa.

Cancelación de reservas, medidas estrictas de seguridad y sanidad en los aeropuertos, y la reciente disposición de Canadá y Estados Unidos de negar la entrada a extranjeros completa un escenario complicado para todas las líneas aéreas en general y las estadounidenses en particular, como una consecuencia de la transformación del COVID-19 en una pandemia.

Sin embargo, después de una ola de fusiones y una década de crecimiento económico constante, las grandes aerolíneas estadounidenses están en mejor estado financiero para soportar un shock importante, siempre que sea relativamente corto, estiman analistas, debido a que detrás de ellas hay un trabajo previo para crecer y fortalecerse durante los buenos tiempos, con el fin de sobrevivir a las recesiones periódicas de la industria.
La pandemia del coronavirus es el momento de mayor prueba que enfrentan y las empresas aéreas United, Delta y American confían en que sobrevivirán a una caída peor que la ocurrida después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, y la recesión del 2008, porque están mucho mejor de lo que estaban antes de la Gran Recesión, indican reportes de prensa.

Las empresas están lidiando con las consecuencias del coronavirus con sus propias estrategias. Por ejemplo, United Airlines, con sede en Chicago, registra una mayor afectación por la prohibición de viajar a Europa, debido a que representa el 17% de sus ingresos de pasajeros de vuelos trasatlánticos, por lo que maneja con mesura la reducción de sus vuelos nacionales, con un10% hasta abril, según datos de la línea aérea.

American Airlines concentró su estrategia en los cambios de vuelos y cancelaciones ofreciendo como un estímulo a su clientela la no aplicación de tarifas hasta 14 días antes del viaje. JetBlue también promueve la suspensión de tarifas de cambio y cancelación en todas las nuevas reservas de vuelo para viajar antes del 8 de septiembre de 2020, indican en sus sitios web.

Mientras tanto, Delta disminuyó la cantidad de vuelos hacia destinos asiáticos, y ofrece un protocolo de seguridad sanitaria en aeropuertos y aviones. United, American y Delta suspendieron sus servicios a China, citando la baja demanda, al igual que Lufthansa Group (incluidas Austrian Airlines y Swiss), British Airways y Air Canadá.

En general todas las grandes aerolíneas del mundo mantienen el monitoreo de la situación actual y están listas para modificar sus horarios en caso de que haya algún cambio en la emergencia. Mientras eso sucede también cuidan a sus empleados, con medidas como el uso de cubre-bocas por sus asistentes de vuelo mientras trabajan, o la disposición de tiempo de licencia no remunerada en  las próximas semanas debido a una caída en la demanda de vuelos.