Rosa Rojas.
Parecería un titular traído por los pelos, pero bien pensado tiene mucha lógica. Decir que Rosa Rojas logró prosperar con el negocio de las rosas y la florería en general es bastante preciso. Aunque también vale decir que se trató de un camino lineal ni expedito.
Llegó a Chicago en 1979 procedente de Zacatecas, México, donde conoció a su actual esposo, con quien se casó aquí. Para llegar a un nivel superior en la búsqueda de alternativas para vivir no fue hasta 1991 en que finalmente decidió la pareja comenzar con una tienda de rentar videos con el nombre de Lalo’s video.
Sin embargo, con el transcurso del tiempo el tema de los videos fue decreciendo y rápidamente cambiaron al negocio de joyería y florería.
Gracias a Dios no habían florería en la zona donde se instalaron en la La Villita y una hermana de Rosa conocía del negocio y se lanzaron a la aventura, recuerda.
La verdad es que la joyería fue primero, pero con las flores esta Rosa Rojas mexicana ya tiene más de 4 años en el ambiente.
La empresaria ama su barrio y quiere seguir adelante allí porque lo considera una parte de México.
Joyas brillantes y flores para los regalos más delicados del mundo, puntos de felicidad y alegría para Rosa Rojas.
